Una emoción que sana

Saludos amigos lectores y escuchas, con todo mi amor les deseo lo mejor del mundo. En esta ocasión un llamado a la reflexión sobre una emoción que sana y que puede cambiar tu vida para siempre.

Todos los días las personas se preguntan si realmente existen los milagros o la magia que permite que las cosas cambien para nosotros, sobre todo cuando estamos en situaciones difíciles. Les puedo decir por experiencia propia que sí, pero no depende de nada ni de nadie, sino de nosotros mismos, por eso el título del artículo “una emoción que sana” existen herramientas milenarias muy sencillas, que solo al ponerlas en práctica nos permiten sentirnos mejor y eso cambia nuestra vida.

La vida puede cambiarnos por instantes gracias a técnicas útiles y sencillas como: la respiración, la oración, la meditación, la contemplación. Cuando la práctica de estas se hace frecuente, podemos ver que el estado de bienestar se va ampliando cada vez más, inclusive sin darnos cuenta, hasta que sucede algo que capta nuestra total atención y lo llamamos milagro, sin percatarnos que los milagros que atrapan nuestra atención son un grupo de pequeñas sincronicidades muy frecuentes, a los cuales no solemos ponerle atención; por eso el estar presente en el hoy, sentir este momento, te centra en lo maravilloso que llega a ti y te permite experimentar la magia de estar vivo, esto a su vez te hace más reflexivo, por ende tu vida cambia para  mejor y te envía señales en todo momento, las cuales podemos captar si estamos atentos.

Cuando hablo de una emoción que sana hablo de la “GRATITUD”, realmente agradecer es extraordinario, es una forma de decir gracias por existir. Si no existieses, yo no estaría viviendo este momento, del cual tengo que aprender algo, esto desencadenará otros acontecimientos, que a su vez no son sino vivencias, todo es parte del camino que debo experimentar para evolucionar como alma y seguir aprendiendo como ser humano.

Decir Gracias no solo debe ser una palabra que connote satisfacción por algo recibido, sino que debe ser un sentimiento que transmita una energía de amor, ya que la experiencia de vivir un episodio en tu vida, sea bueno o no tan bueno te dejará un aprendizaje, y eso se convierte en una reflexión según sea la experiencia. El solo hecho de reflexionar sobre lo que acabas de experimentar, te acerca a tu SER INTERIOR, el cual está esperando para comunicarse contigo y eso no es otra cosa que hablar con tu Creador, creo que eso merece infinitas gracias siempre. Hablar con DIOS es la experiencia más maravillosa que existe, así que GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS cualquiera que sean las circunstancias que han permitido el extraordinario milagro de poder hablar con Dios.

Una emoción que sana es experimentar el amor cambiando nuestro entorno, cuando agradecer por todo y por todos se convierte en una práctica diaria, empiezas a sentirte diferente y piensas; nunca es tarde para experimentar lo místico detrás del agradecimiento. Lo más increíble es que realmente todo sana.

Demasiadas cosas por las que estar agradecidos, aquí algunas de ellas:

Cuando despertamos en la mañana, Gracias a Dios porque estamos vivos.

Cuando estamos enfermos, Gracias a las células de mi cuerpo por enseñarme a quererme, cuidarme y por mostrarme que en todo hay un aprendizaje, hasta detrás de una enfermedad.

Cuando te sientes cansado y abrumado, Gracias por enseñarme a ver mis emociones negativas como un estímulo al cambio y comprender que nada es permanente y que puedo esperar lo mejor.

Cuando rompemos con una relación, Gracias, gracias a esa persona por haberme enseñado que todo tiene un inicio y un final y esto es parte importante de la vida.

Cuando tenemos problemas en el trabajo, Gracias porque me estas mostrando que hay otros lugares donde puedo trabajar, encontrar paz y hacer lo que me gusta.

Cuando perdemos un ser querido, Gracias por haberme dado lo mejor de ti, por haberme enseñado tantas cosas y mostrarme que aún estás conmigo, aunque no pueda verte sino en sueños o pensamientos, me sigues enviando luz y amor, tan importante en estos momentos.

Cuando discutimos o nos disgustamos con quienes nos rodean, Gracias, sin ti no hubiese entendido que necesito perdonar y ser perdonado, esto es tan importante como agradecer.

Cuando nos traicionan, Gracias porque nos invita a reflexionar y a entender que hay ciclos que cerrar y que lo mejor es lo que sucede, detrás de la experiencia está la reflexión.

Cuando suceden cosas no deseadas, Gracias porque estoy aprendiendo que la vida debe mostrarme diferentes caras para poder avanzar, aprender y evolucionar.

Cuando las cosas no salen como esperamos, Gracias porque eso me hace entender que no tengo el control de todo y que lo mejor es soltar.

Una emoción que sana es agradecer a todos los que han permitido que tu vida sea lo que es y si aún no estás conforme, comienza a trabajar en ello. Solo puedo decir que tus padres, hermanos, familia, vecinos, amigos, profesores, compañeros de trabajo, socios y hasta extraños, son parte del elenco que has escogido para experimentar en esta vida, cada uno de ellos representa las lecciones a aprender y los ciclos a cerrar por bellos o duros que parezcan, simplemente son las pruebas a las que tu alma ha decidido someterse para evolucionar y volver a la fuente.

“Gracias por todo” estas maravillosas palabras me han enseñado que el tiempo de Dios es perfecto y que siempre las cosas suceden por algo y eso no puedo cambiarlo.

Agradecer es una emoción que sana y nos cambia, atrévete a agradecer en todo momento.

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