EL Árbol de los Problemas

El Árbol de Dificultades

El Árbol de Dificultades. Un día, tomé la decisión de restaurar una antigua casa en mi granja. Para ello, contraté a un habilidoso carpintero que se haría cargo de todo el proceso de renovación.

Un día, decidí visitar la granja para supervisar el avance de las obras. Llegué al amanecer, con la intención de ayudar al carpintero en sus tareas.

Aquel día no parecía ser el mejor para él. Su cortadora eléctrica falló, provocando un retraso de dos horas. Una vez arreglada, un apagón en el pueblo sumó otras dos horas de atraso. Al intentar recuperar el tiempo, rompió dos hojas de su cortadora. Y, para concluir el día, se quedó sin suficiente pegamento para su mezcla especial de acabado.

Al terminar su jornada, su camión no encendía. Sin dudarlo, le ofrecí un aventón. Durante el viaje, disfrutando del paisaje de la granja, él se sumergió en sus pensamientos, pareciendo algo frustrado por las contrariedades del día.

Luego de media hora, llegamos a su hogar y, para mi sorpresa, me invitó a conocer a su familia.

Antes de entrar, se detuvo ante un vibrante árbol de hojas verdes. Acarició algunas ramas y parecía perderse en sus hojas.

Al abrir la puerta de su hogar, su semblante cambió radicalmente. Sonreía ampliamente, recibiendo el cariño de sus hijos y compartiendo un tierno momento con su esposa. Me ofreció una bebida y una deliciosa arepa.

Al despedirme, caminando hacia mi vehículo, pasamos junto al árbol. La curiosidad me llevó a preguntar sobre su ritual con él. Me respondió: «Ese es mi árbol de dificultades. Aunque no puedo evitar los contratiempos en mi trabajo, sé que no deben afectar a mi familia. Así que, cada noche al llegar, dejo mis problemas allí y, al amanecer, los recojo. Lo curioso es que cada mañana hay menos de los que dejé la noche anterior».

Mientras regresaba, reflexioné sobre la sabiduría del carpintero para mantener el equilibrio en su vida. Inspirado, decidí adoptar la misma práctica. Al llegar a la granja, escogí mi propio árbol de dificultades. Ahora, cada vez que regreso a casa, ya sabes lo que hago primero.