Conocido cariñosamente como «Gabo», Gabriel García Márquez, nacido el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, Colombia, se convirtió en una de las voces más influyentes de la literatura contemporánea. Criado por sus abuelos maternos, Gabriel absorbió las ricas narrativas de su abuelo, el coronel Nicolás Márquez, y las historias mágicas de su abuela, Doña Tranquilina Iguarán, que posteriormente nutrirían su característico estilo literario.

Educación y Primeros Pasos en el Periodismo

Desde una temprana edad, Gabo demostró su pasión por las letras. Aprendió a escribir a los cinco años y, al mudarse con sus padres, comenzó su educación formal en Barranquilla. Tras graduarse, se mudó a Bogotá para estudiar derecho en la Universidad Nacional de Colombia, pero su verdadera pasión era la literatura y el periodismo. Trabajó como reportero en periódicos como «El Espectador» y «El Universal», y pronto se ganó un nombre por su estilo narrativo único.

El Nacimiento de un Maestro Literario

Gabo comenzó a escribir ficción en la década de 1950. «La hojarasca» fue su primera novela publicada, pero fue «Cien años de soledad», publicada en 1967, la que lo catapultó a la fama mundial. Tras su éxito, viajó a Europa, viviendo en ciudades como Barcelona, y continuó produciendo obras maestras como «El otoño del patriarca» y «Crónica de una muerte anunciada».

Un Nobel y Más Allá

En 1982, el mundo literario reconoció oficialmente el talento de García Márquez al otorgarle el Premio Nobel de Literatura. Continuó su prolífica carrera con novelas como «El amor en los tiempos del cólera» y «El general en su laberinto». Además de su escritura, Gabo también desempeñó un papel en la fundación de la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños en Cuba.

A pesar de ser diagnosticado con cáncer linfático en 1999, García Márquez siguió escribiendo, publicando sus memorias «Vivir para contarla» en 2002 y su última novela, «Memoria de mis putas tristes», en 2004.

Un Adiós a un Gigante Literario

Gabo dejó un legado incomparable en la literatura mundial. Su contribución al realismo mágico y su habilidad para tejer la historia y la fantasía hicieron de sus obras clásicos eternos. Gabriel García Márquez falleció el 17 de abril de 2014 en Ciudad de México, pero su influencia y sus historias viven en las páginas de sus libros y en los corazones de sus lectores en todo el mundo.

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