Stephen Covey

Stephen Covey

Nacido en Salt Lake City el 24 de octubre de 1932, Stephen Covey, hijo de Stephen Glenn Covey e Irene Louise Richards, se erigió como una de las figuras más icónicas en el mundo del liderazgo y la administración personal. Su legado, aunque vasto, es mejor conocido por su obra maestra, «Los siete hábitos de las personas altamente efectivas», que se ha convertido en una lectura esencial para individuos y organizaciones en todo el mundo.

Formación y Trayectoria de Stephen Covey

Stephen Covey no solo poseía un enfoque agudo y una visión clara de la efectividad personal y organizacional, sino también una formación educativa impresionante. Se graduó en administración de empresas en la Universidad de UTAH, continuó sus estudios con una maestría en la prestigiosa Universidad de Harvard y finalmente obtuvo un doctorado de Brigham Young University, donde también compartió sus conocimientos como profesor.

A lo largo de su carrera, Covey brindó sus servicios como asesor a gigantes corporativos como Sears Roebuck y Black & Decker. Además, trabajó con agencias gubernamentales de alto perfil, incluido el Servicio de Recaudación Interna (IRS) y la NASA.

Un Legado en Literatura y Negocios

El éxito de «Los siete hábitos de las personas altamente efectivas» catapultó a Covey al estrellato, lo que llevó a una serie de publicaciones igualmente aclamadas. Algunas de estas obras incluyen «Liderazgo Basado en Principios», «Los Siete Hábitos de las Familias Altamente Efectivas», y «El Octavo Hábito: De la Efectividad a la Grandeza».

Pero Covey no se limitó a escribir. Co-fundó la Franklin Covey Company, una firma que ha dejado huella en más de 123 países, proporcionando consultoría y herramientas de administración personal y empresarial.

Reconocimientos y Final de una Era

Stephen Covey fue honrado con múltiples premios y reconocimientos a lo largo de su vida, desde el Thomas More College Medallion por sus continuos servicios a la humanidad hasta el premio Sikh al hombre internacional del año en 1994. Sin embargo, su impacto va más allá de los premios: dejó un legado de principios de liderazgo que continúan inspirando a generaciones.

Lamentablemente, el mundo perdió a este pilar del pensamiento de liderazgo el 16 de julio de 2012, cuando Covey falleció debido a complicaciones tras un accidente en bicicleta. Sin embargo, su legado sigue vivo, guiando a personas y organizaciones hacia la efectividad y la excelencia.

 

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