El Sentido de la Vida

El Sentido de la Vida

En este artículo exploraremos El Sentido de la Vida, fundamentado en La historia de Viktor Frankl. Viktor E. Frankl (1905-1997), un psicoanalista austriaco, formuló el concepto de logoterapia, que sostiene que la necesidad fundamental para la existencia humana y la salud mental es hallar un significado en la vida. Originario de Viena, Frankl se educó en la universidad de la misma ciudad y fue nombrado profesor de neurología y psiquiatría en 1947. Durante la Segunda Guerra Mundial (1942-1945), estuvo prisionero en campos de concentración nazis, y relató estas experiencias en “De los campos de la muerte al existencialismo”.

El Propósito de la Vida

Frankl sobrevivió a cuatro campos de concentración nazis, incluyendo el tristemente célebre Auschwitz. Su esposa, padre, madre y hermano perecieron en los campos; solo él y su hermana lograron sobrevivir.

En su búsqueda de significado, Frankl no se veía a sí mismo como un héroe, y describía a los héroes o “santos” como una minoría en los campos; aquellos que compartían su pan o sacrificaban sus vidas para salvar a otros de las cámaras de gas. Él comparte con el lector la valentía de su resolución para sobrevivir en medio de un horrendo derramamiento de sangre. Frankl usa palabras para pintar imágenes que persiguen, creando una obra maestra desde lo más profundo de su ser. Nos muestra imágenes no de humanos extraordinarios, sino de circunstancias extraordinarias que transformaron a seres comunes en individuos extraordinarios.

Cualquiera que haya experimentado un trauma o pérdida hallará consuelo en la sabiduría reflejada en esta historia. Al llegar al campo, Frankl intentó esconder en su bolsillo de la capa un manuscrito científico que contenía su obra. El hambre, los golpes, las brutales condiciones de vida y la perspectiva de la muerte eran su constante realidad. Fue en medio de ese horror, en medio de la enfermedad y la muerte, donde descubrió el propósito de su vida, el sentido de la vida.

Lecciones de esa Experiencia

Comenzó a reflexionar sobre lo que podía aprender de esa experiencia, imaginando lo que se podía aprender en medio del holocausto. Al principio, solo podía pensar en qué comer, cómo dormir más, buscar un cordón para sus zapatos, pero gradualmente dirigió su mente hacia el futuro, imaginándose dando conferencias, escribiendo libros, proyectando su futuro, su visión. Esto fue lo que le permitió sobrevivir a ese infierno.

Amigo, amiga, sea cual sea tu situación, las circunstancias por las que estás pasando. Lo que sí estoy seguro es que pocas situaciones en la vida pueden superar el grado de horror y miedo que la de estos campos de concentración nazi. La enseñanza que nos deja esta historia es que, solo buscando el sentido de la vida, un propósito firme que nos impulse hacia adelante, podemos enfrentar cualquier circunstancia y superar adversidades hasta alcanzar el éxito y la felicidad.

Evitar el Dolor y Buscar el Placer

La creencia de “evitar el dolor y buscar el placer” es ampliamente aceptada hoy en día como el principal motivador de la actividad humana. Esto es comprensible si entendemos que vivimos en un mundo donde la población está en constante crecimiento, y competir por trabajo, pareja, riqueza y estatus social se considera la norma. Si aceptamos lo anterior, en lugar de desarrollar nuestros talentos a los asombrosos niveles de los que somos capaces, preferiríamos estar comparándonos continuamente con los demás. Y al hacerlo, difícilmente nos embarcaríamos en las tareas que nos brindarían satisfacción en la vida.

Es un hecho que un porcentaje de las personas que habitan este planeta no saben por qué están vivas, y ni siquiera lo consideran. Sin embargo, una vida sin sentido se vuelve cada vez menos soportable con el tiempo. Es por eso que muchas personas se encuentran en situaciones indeseadas después de retirarse, que los desempleados se sienten deprimidos, y hasta los ricos y famosos se sienten infelices.