Iniciación básica al trading online de acciones
Fueron muchos quienes afrontaron el desafío de iniciarse en el mundo de la inversión a raíz de la devastación económica causada por la pandemia del pasado 2020.
Los valores que se desplomaban en medio de la catástrofe que se nos venía encima, las pérdidas de empleos y el hecho de que algunos vislumbrasen oportunidades de inversión, hizo que una gran parte de individuos a los que quizá no se les habría pasado por la cabeza destinar parte de su tiempo ni de su dinero al mundo bursátil, empezase a ver con otros ojos lo que tiempo antes consideraban coto privado de tenedores de grandes fortunas o banqueros experimentados, convirtiendo las caídas que para muchos suponían la ruina, en oportunidades reales de inversión.
El mundo cambió, ya había cambiado de hecho a lo la largo de los últimos años, pero se hizo más evidente y más necesario el uso de la tecnología, al igual que las facilidades y las oportunidades que ésta brindaba, pasando a convertirse en un imprescindible para la mayoría de las personas. Personas que jamás habían realizado una video llamada lo incorporaron a su rutina diaria en medio del solitario confinamiento y aquellos que ni se planteaban depositar un euro en algo que no estuviera “asegurado”, se dieron cuenta de que seguro no hay nada y que un buen aprendizaje, experiencia y una conexión a internet, son herramientas suficientes para explorar y aprovechar el universo bursátil.
Trading online de acciones
Una modalidad que ha alcanzado popularidad en los últimos años es el trading online, y entre los muchos activos con los que se puede operar están las acciones. Esta actividad lleva implícito un riesgo significativo por lo que resulta esencial administrarlo de la mejor manera posible haciendo uso, para ello, de todos los instrumentos disponibles para el trader.
A diferencia de la inversión tradicional en acciones -que normalmente se refiere a la obtención de rentabilidades en el largo plazo-, el trading de acciones busca una rentabilidad más en el corto y medio plazo, contando con una mayor especulación y precisa de una mayor vigilancia para abrir y cerrar posiciones aprovechando las oportunidades, tanto en una misma jornada como en días diferentes.
El trading se caracteriza por contar con los denominados productos derivados, entre ellos los CFDs que cuentan con la característica de la bidireccionalidad, como podemos comprobar en esta guía, ya que los contratos por diferencia permiten especular sobre los movimientos de los precios de las acciones, cualquiera que sea su dirección, tanto al alza como a la baja siempre que se comprenda cómo funciona un mercado alcista y uno bajista. Y también se sirven del apalancamiento, que debido al elevado riesgo de pérdida que conlleva, debe ser utilizado con el máximo cuidado.
Tipos de trading
Como ya hemos comentado, en trading las operaciones pueden realizarse en plazos muy cortos y pueden clasificarse en diferentes tipos según la duración de las operaciones.
En el scalping las operaciones tan sólo se mantienen abiertas durante unos segundos o minutos, a diferencia del day trading donde se abren durante períodos que van desde segundos hasta horas. Sin embargo, las posiciones abiertas con swing trading permanecen abiertas desde uno a varios días, mientras que las operaciones con base en position trading pueden durar más. Es necesario saber que se cobrarán comisiones por cada jornada que las posiciones se mantengan abiertas. Elegir el tipo de trading tiene mucho que ver con la personalidad del trader que valorará cuál de los diferentes estilos se adapta mejor a su personalidad.
Trading, una actividad en auge
No obstante, recordemos que en el trading contar con la mentalidad adecuada supone un requisito fundamental. El mercado se basa en la oferta y la demanda y las situaciones de volatilidad suelen ser fuente de inestabilidad emocional para los traders. Para que esas emociones no influyan en las operaciones, es necesario ser
consciente de ellas y de la propia tolerancia al riesgo, diseñando una estrategia adecuada capaz de mitigar los potenciales daños.
Además de invertir en una adecuada educación financiera, la disciplina y la paciencia son cualidades que el buen trader debería cultivar, aprendiendo tanto de sus éxitos como de sus fracasos, registrando detalladamente sus operaciones con el fin de analizar errores y depurar su estrategia.
Mantenerse al tanto de los eventos internacionales, sociales, políticos, conflictos resultará igualmente útil para el trader con el fin de intentar predecir la volatilidad que puede golpear a los mercados y actuar en consecuencia.