Ser madre en la actualidad
Ser madre en la actualidad. Ser madre en estos tiempos combina lo tradicional con lo moderno. El instinto y el amor maternal siguen intactos, pero las circunstancias han cambiado. Las madres contemporáneas enfrentan retos y responsabilidades adicionales que sus antecesoras no experimentaron. Además, deben guiar a sus hijos en un mundo que es simultáneamente competitivo y complejo.
Se depositan grandes expectativas en la madre. Se espera que ofrezca un amor sin límites y que juegue un papel crucial en la salud mental de sus hijos. La influencia positiva de una madre puede marcar la diferencia en la vida de sus hijos. La relación materna es única e insustituible. Por ello, perder a una madre en edades tempranas deja un vacío que perdura. No obstante, hay quienes, a pesar de esa pérdida, prosperan gracias al amor y apoyo de otros familiares.
Estar constantemente con los hijos no define a una buena madre. Lo que la caracteriza es la capacidad de pasar momentos de calidad con ellos, preparándolos para ser independientes. Les brinda amor, confianza y establece límites. Una madre exitosa sabe que no puede hacerlo todo sola; necesita el apoyo del padre de sus hijos. Es esencial reconocer que los hijos también precisan un padre presente y comprometido. Los niños excesivamente protegidos pueden volverse dependientes y aislados del resto de la familia.
Una madre sabia reconoce que hay fases en las que los hijos necesitan más a su padre, en particular los varones durante su desarrollo de identidad sexual. El mayor gesto de amor es entender esto y permitir que los hijos compartan más con su padre, sin sentirse relegada.
Además, es fundamental que la madre cuide de sí misma; pues si ella está bien, su familia también lo estará. En esencia, ser madre, y en especial ser una excelente madre, es una responsabilidad abrumadora, pero también es una experiencia extraordinaria e irremplazable. La maternidad es un camino que ninguna otra experiencia puede igualar.
Recientemente, recibí una carta de un niño dirigida a su madre que quiero compartir:
Siempre te miro y te siento cerca, día y noche. Todo lo que dices resuena en mis oídos. Ansío hacer todo lo que haces. Sueño con el día en que pueda ser como tú. Eres mi referente, mi guía. Confío plenamente en ti, en tus acciones y palabras. Anhelo crecer para reflejar todo lo que me enseñas. Tu ejemplo ilumina mi camino cada día.
Y aguardo con ilusión el día en que pueda ser… tan admirable como tú.
Para concluir, reflexiono en la siguiente frase: Una madre no es solo un pilar de apoyo, es quien hace que no necesitemos otro apoyo.
¡Feliz día de las madres!