LO QUE IMPORTA ES QUE TÚ ESTÉS BIEN

 

Hola a todos mis amigos lectores y escuchas compartiendo nuevamente con ustedes algunas reflexiones.

Lo que importa es que tú estés bien, puede sonar un tanto egoísta, pero en este caso no se trata de eso. Esta afirmación resuena en mis oídos y llega a mi mente para recordarme que, realmente a veces, estamos tan preocupados que nos olvidamos de nosotros mismos.

Como hemos mencionado en artículos anteriores, todos los días vivimos diferentes experiencias, algunas nuevas, otras son repetidas y se siguen presentando para darnos la oportunidad de cambiar la manera como las vemos y como las abordamos, y así poder cerrar ciclos y obtener nuevos aprendizajes. Que difícil ha sido tratar de explicar esto, ya que la gente no se percata que tienden a vivir las mismas experiencias con diferentes protagonistas y que además siempre usan las mismas herramientas que están acostumbrados para resolver sus problemas, obteniendo casi siempre los mismos resultados. Y después las quejas ¿Por qué esto siempre me sucede a mí? ¿Qué hice señor para merecer esto? ¡Siempre lo mismo!

Esto suele suceder porque siempre pensamos que tenemos la razón y tratamos que las personas piensen como nosotros, cuando cada persona tiene percepciones diferentes del mundo que le rodea, por lo que vamos a tener siempre diferencias, lo importante que hay que entender es que detrás de cada situación hay un aprendizaje y al comprender esto, sentimos una gran paz. Un ejemplo muy común es cuando una persona tiene un compromiso contigo y te queda mal; entonces empezamos a martirizarnos, a criticar y poner etiquetas sin saber qué está pasando por la cabeza de la otra persona o qué situación está viviendo. Esto nos molesta porque nos parece poco ético. Sin embargo, la pregunta es: ¿Por qué siempre estamos pensando en la otra persona y en la situación, y no en nosotros mismos?

¿Qué pasa con nosotros cuando le damos un matiz dramático a nuestras experiencias?

  • Nos preocupamos por la situación y cambiamos de humor, por lo general nos sentimos molestos.
  • Nos ponemos a buscar alguna persona con quien conversar para contarle y así sentir que tengo la razón y justificar el cómo estoy actuando.
  • Le pongo una etiqueta a la otra persona (irresponsable, mala gente, mala paga, descarado, etc.) para poderme sentir empoderado ante la situación.
  • Permito que la situación me afecte muchas veces el apetito y el sueño, creando una situación de incomodidad en mí y en quienes me rodean.
  • Cuando la situación es muy tensa a veces permito que afecte mi salud, ya que el pensar constantemente en el problema me debilita y afecta directamente mi sistema de inmunidad corporal, dejándome expuesto a virus, bacterias o enfermedades que pueden convertirse en mortales, si no cambio mi percepción del problema o de la situación.
  • Lo más preocupante es, que cuando no cerramos ciclo o superamos el problema, esto se mantiene latente, inclusive puede llevarnos a guardar rencor y a convertir la experiencia vivida en ira, que a su vez puede transformarse en una situación violenta, las consecuencias de esto podrían cambiar nuestra vida para siempre.

Por eso reitero: Lo que importa es que tú estés bien. Así como te sientes, así actúas.

Lo que importa es que tú estés bien. Aquí algunas claves para lograrlo:

  • Recuerda que lo más importante es que tú sientas bien.
  • Sentir paz en el corazón es saber que no estás haciendo algo para dañar a alguien.
  • Entender que mis pensamientos atraen mis circunstancias, que si deseo que las cosas salgan bien debo practicar el mantener pensamientos positivos con más frecuencia.
  • Mi actitud debe ser de comprensión y resiliencia, ya que esto me mantendrá en una frecuencia de positivismo y compasión.
  • Debemos recordar que hay algo más grande y poderoso que nuestra mente y esto se llama “CONSCIENCIA” que siempre está allí para recordarte que todo lo que experimentamos es para nuestro mejor beneficio y aprendizaje.
  • La comprensión de que la vida es una escuela y que debemos aprender de cada situación vivida, es la llave maestra para reconocer cómo queremos aprender, si a golpes o a reflexiones.

¿Por qué es tan difícil comprender que… si somos lo que pensamos, decidimos y actuamos, entonces también podemos observarnos? Ver la manera cómo abordamos nuestros desafíos diarios y cómo podemos manejarlos y guiar a nuestro corazón y mente a trabajar en equipo. No reaccionar y dejar siempre que sea el EGO quien decida, sino consultarlo con nuestra CONSCIENCIA que siempre tendrá la mejor respuesta para ti.

 

Lo que importa es que tú estés bien, que sientas paz en tu corazón, que sueltes todo aquello que te angustie y que sepas que no estás solo. Recuerda que la vida es un suspiro, tenemos fecha de llegada y salida, ¿entonces por qué perder el tiempo complicándonos? Vive la vida, disfruta el camino y aprende de cada situación, lo mejor está por llegar.

 

Puedes escucharlo aquí

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *