Frases de Juana de Arco
Frases de Juana de Arco. Fue una joven campesina francesa que guió al Ejército francés en la guerra de los Cien Años contra Inglaterra, suu patriotismo, y quien aseguró que eran enviada por Dios y que él le enviaba mensajes de victoria.
Frases de Juana de Arco
Jamás cometí pecado mortal. Porque en tal caso mis voces me lo hubieran reprochado, mis Espíritus me hubiesen desamparado
Los hombres pelean; sólo Dios da la victoria
Mis voces me dicen: No temas, responde con atrevimiento, que Dios te ayudará
Sólo a Dios me remito. Y en lo que toca a mis visiones, no acepto el juicio de ningún hombre
Yo tenía trece años cuando escuché una voz. Esa voz me decía que yo levantaría el asedio de Orleans: Tú debes salvar a la nación y al rey
Dios traza un destino para cada alma y les encomienda una misión, si esta no se cumple el creador estaría decepcionado
Aún sido la verdad, era mentira
Los hombres pelean; sólo Dios da la victoria
Jamás cometí pecado mortal. Porque en tal caso mis voces me lo hubieran reprochado, mis Espíritus me hubiesen desamparado
No he venido a Poitiers para dar señales. Pero llevadme a Orleans y os mostraré las señales por las que he sido enviada
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Yo tenía trece años cuando escuché una voz. Esa voz me decía que yo levantaría el asedio de Orlean, «Tú debes salvar a la nación y al rey»
Sólo a Dios me remito. Y en lo que toca a mis visiones, no acepto el juicio de ningún hombre
Mis voces me dicen: `No temas, responde con atrevimiento, que Dios te ayudará’
Levántate mañana temprano por la mañana y más temprano de lo que lo hiciste hoy y haz lo mejor que puedas. Siempre permanece cerca de mí, pues mañana tendré mucho que hacer y más de lo que haya tenido jamás, y mañana la sangre saldrá de mi cuerpo por sobre el pecho
Yo preferiría morir que hacer algo que sé que es un pecado, o que está en contra de la voluntad de Dios
Si no lo estoy, que Dios me ponga allí. Y si lo estoy, que Dios me guarde
No tengo miedo. . . Yo nací para hacer esto
Una vida es todo lo que tenemos y la vivimos como creemos en vivirla. Pero sacrificar lo que uno es y vivir sin creencia es un destino más terrible que morir
Dices que eres mi juez; no sé si lo seas, pero ten cuidado de no juzgarme mal, porque te pondrías a ti mismo en gran peligro
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