Frases de Greta Garbo
Frases de Greta Garbo, una actriz y modelo sueca nacionalizada estadounidense, vivió parte de su vida en el país norteamericano y trabajó en actuación, teniendo una vida de éxitos y adorada por muchas personas alrededor del mundo
Frases de Greta Garbo
Me gustaría ser sobrenaturalmente fuerte para poner bien todo lo que está mal.
Si aquellos que sólo sueñan con Hollywood supieran cuán difícil es todo.
Excepto físicamente, sabemos poco más sobre Garbo de lo que sabemos sobre Shakespeare.
Me siento mareada. La vida alrededor me parece irreal; no la siento como algo verdadero, tangible.
Quiero vivir, amo la vida y quiero seguir viviendo.
No me escondo, huyo del sol.
Nunca dije, “quiero estar sola”. Sólo dije, “quiero que me dejen sola”. Hay una gran diferencia.
Todo aquel que tiene una permanente sonrisa en su rostro oculta una fortaleza que es casi aterradora.
Mi vida ha sido una travesía de escondites, puertas traseras, ascensores secretos, y todas las posibles maneras de pasar desapercibida para no ser molestada por nadie
No me asusta nada excepto aburrirme.
La vida sería tan maravillosa si tan sólo supiéramos qué hacer con ella.
Una bendición es una bendición, no importa si estás casada o soltera.
Lo que uno ve en otra mujer cuando está borracho, lo ven en Garbo cuando está sobrio.
Mis talentos caen dentro de los límites definidos. No soy una actriz tan versátil como algunos piensan.
Hay muchas cosas en tu corazón que no puedes nunca decir a otra persona.
Nunca me he sometido a ninguna operación estética ni me he puesto pestañas postizas.
Solía tener en mi camerino una polvera, un pintalabios y una crema envueltos en un pañuelo.
Ser una estrella de cine, y eso aplica a todas ellas, significa que eres observado desde todas las direcciones posibles.
Cuando hacía una película, apenas utilizaba cosméticos.
Mis talentos caen dentro de los límites definidos. No soy una actriz tan versátil como algunos piensan.
Me gusta el mar: nos entendemos. Siempre anhela, suspira por algo que no puede tener; Yo también.
Garbo sigue perteneciendo a ese momento del cine en el que la captura del rostro humano sumía al público en el éxtasis más profundo.
Ellas son tuyas, tus alegrías y tus penas, privadas.
Creo que me voy a casa.
