El Robo del Helado de Limón
El Robo del Helado de Limón. Visualice esto: está saboreando un refrescante helado de limón cuando, justo al borde del siguiente bocado, alguien inesperadamente se lo arrebata y huye. Intenta alcanzarlo, pero se ha ido con su helado y su anticipación.
A lo largo de nuestras vidas, ¿cuántos helados de limón perdemos? Ya sea un amor perdido, un sueño desvanecido, un negocio fallido, o un plan cancelado. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado frente a la desilusión? Esa sensación de tenerlo todo bajo control, y de repente, se esfuma sin previo aviso.
He destacado antes que la vida simplemente es. Puede que no tengamos control sobre todo lo que pasa, pero sí sobre cómo reaccionamos.
Muchos se lamentan preguntándose: «¿Por qué la vida es tan dura conmigo?». Pero, ¿cuántos cuestionan su buena fortuna con el mismo fervor?
La vida es lo que hacemos de ella. A veces vemos más amaneceres brillantes que noches oscuras y otras veces, es al revés. Pero lo crucial es no detenerse en la tristeza por un helado robado. Es importante mirar hacia adelante, sonreír y pensar: “puedo conseguir otro”.
El típico interrogante en estas desilusiones es: «¿Por qué me pasó a mí?». Sin embargo, con el tiempo, esa pregunta se transformará en: «¿Para qué?». Es entonces cuando las adversidades adquieren un propósito más grande. Como dice el dicho, «cuando una puerta se cierra, otra se abre».
Todo sucede por una razón, incluso que esté leyendo esto. Es una señal de que hay algo bueno esperando por usted.
No luche contra lo que ya ha pasado, especialmente si estuvo fuera de su control. En lugar de cuestionarlo, abrace el presente y busque el lado positivo. Quizás, incluso pueda apoyar a otros en situaciones similares.
Ahora, imagine esto: Tras perder su helado de limón, descubre una heladería justo detrás de usted. Entra, y con unos pocos centavos, opta por un helado de mango. Un sabor diferente, pero igual de delicioso.
Quizás nunca hubiera probado ese helado de mango si no hubiera perdido el de limón.
“Cuando la vida parece llevarse lo que más deseas, no te rindas. Tal vez algo aún mejor esté a la vuelta de la esquina. Sigue adelante, con ojos abiertos y una sonrisa”.