
Creatividad e Innovación en Marketing
Las empresas competitivas de primer orden han incrementado la velocidad de los diseños
y lanzamientos de nuevos productos, acortando drásticamente los ciclos de vida de los mismos. Esto solo pueden y podrán hacerlo empresas con la flexibilidad adecuada para adaptarse a los cambios, generando las respuestas a la velocidad que los mismos se suceden, pues una manera de distanciarse de la competencia es hacerlo en lapsos menores de tiempo.
Para lograr esto, las organizaciones tienen como fundamentos de su estrategia competitiva la creatividad y la innovación. Al visualizar el entorno, podrá observarse en muchas empresas la carencia de originalidad en sus diseños, productos y servicios, pues muchas de ellas son reactivas a los acontecimientos del mercado, enfocándose en algunos casos a imitar estrategias y diseños. Solo las empresas que sepan estimular la creatividad y la innovación en su personal, obtendrán las ventajas que la diferenciación, producto de las innovaciones y maneras distintas de operar le reportarán.
Para realizar una excelente gestión de creatividad
considere que la misma es el resultado de conjugar la experiencia de la persona, su motivación y su disposición de pensar creativamente. En tal sentido, si se consigue conformar equipos de trabajo debidamente motivados con conocimientos distintos y diversos, la misma podrá incrementarse.
La innovación por su parte, se le puede definir como ideas que pueden tener su origen en la combinación de ideas ya existentes. Lo que las origina es la manera como se combinan, la imaginación que se tuvo para asociar elementos existentes de manera distinta, y con las que se logra un producto, un diseño o un servicio diferente, lo cual a su vez puede ser el punto de partida para el logro de una ventaja competitiva.
Para poder competir, es necesario disponer de productos y servicios de alta calidad y precios competitivos
, pues la competencia está trabajando para conseguirlo; para lograrlo es esencial ser altamente creativos e innovadores, lo cual implica a su vez cuestionar las creencias, paradigmas y modos prevalecientes con que se opera.
El fomento de la creatividad solo está en las manos de los directivos de las empresas, de ellos dependen las decisiones de estimular apropiadamente al personal, conformar equipos de trabajo capaces de generar nuevas ideas y de interrelacionarse e interactuar con ellos creativamente. Lo que ayer funcionó y nos hizo fuertes, no necesariamente funcionará hoy, las prácticas de ayer, probablemente hoy no tienen vigencia en un mundo que cambia aceleradamente. ¡No apostemos nuestro éxito futuro en el regocijo de g