Compras por impulso

Compras por impulso

Compras por impulso.

Aquellas que se hacen sin planeación. Este tipo de compra sigue en aumento, y es una respuesta del consumidor a la creciente sofisticación de los programas promocionales, sobre todo a nivel de tiendas de autoservicio, donde los esfuerzos de Merchandising y el disefio de los empaques atractivos actuan como resortes que estimulan la adquisición de un determinado producto. Sin embargo, es igualmente importante señalar que en las epocas de dificultades económicas el consurnidor tiende a ser cada vez racional a la hora de hacer sus compras, lo cual no excluye que, paradójicamente, a veces se de la circunstancia de que ciertos tipos de productos (chocolates, por ejemplo) se sigan vendiendo en proporciones muy interesantes, lo cual pareciera indicar que, ante la crisis, algunos consumidores se automiman con golosinas en una suerte de regreso a la infancia, etapa de la vida donde se tiene poca o ninguna conciencia de las dificultades económicas.

Compras por impulso son aquellas realizadas a productos ‘innecesarios‘, por ejemplo: dulces, frutos secos, chicles, snack,  baterías, bebidas, cafe, pulseras, camisteas, souvenirs, tarjetas

Más de 50% de estas compras se hacen en supermercados y gasolineras. Frecuentemente se ven tiendas de conveniencia en gasolineras.

Estas compras se hacen, ya que las tiendas colocan los productos en lugares estratégicos para que el consumidor las vea. Espacialmente las cajas de pago.

Clasificación de compras por impulso

A continuación algunas categorías de compras

Compra impulsiva recordada

Es cuando el consumidor mira el producto y recuerda una necesidad que había olvidado, esta es la más frecuente

Compra impulsiva sugerida.

En este caso la persona ve el producto, no lo conoce pero siente el impulso de comprarlo imaginado que tiene calidad.

Compra impulsiva pura

En este caso la compra es netamente impulsiva tanto de producto como de marca, rompe los hábitos anteriores.

Estrategia en el punto de venta

Las estrategias en el punto de venta; influiyen en el consumidor, para que este vea con facilidad estos productos y asi poder aumentar las ventas.

En este proceso es importante la parte emocional del consumidor.

Para aprovechar esto los productos deben estar colocados en zonas denominadas ¨calientes¨ para que el consumidor las pueda ver con facilidad. Estos puntos suelen ser  los mostradores o junto a las cajas  en supermercados y grandes superficies.