Frases de Gabriel García Márquez
Frases de Gabriel García Márquez. Uno de los escritores en lengua española más reconocidos del mundo. Su obra cumbre, “Cien años de soledad”, ha vendido cerca de 50 millones de copias y ha sido traducida a más de 40 idiomas. Gano el premio Nobel en 1982.
Frases de Gabriel García Márquez
El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar
Hicieron un amor tranquilo y sano, de abuelos percudidos, que iba a fijarse en su memoria como el mejor recuerdo de ese viaje lunático… Era como si se hubieran saltado el arduo calvario de la vida conyugal, y hubieran ido sin más vueltas al grano del amor
Hace un siglo me cagaron la vida con ese pobre hombre porque éramos demasiado jóvenes, y ahora nos los quieren repetir porque somos demasiado viejos
Pues habían vivido juntos lo bastante para darse cuenta de que el amor era el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero tanto más denso cuanto más cerca de la muerte
Lo que pasa es que en este país no hay una sola fortuna que no tenga a la espalda un burro muerto
Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata
El mundo habrá acabado de joderse el día en que los hombres viajen en primera clase y la literatura en el vagón de carga
Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar
Siento que la conozco menos cuanto más la conozco
La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada
Siempre he dicho que uno envejece más rápido en los retratos que en la vida real
La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir
No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad
Preescribir es adquirir una propiedad por el transcurso del tiempo
Lo único que llega con seguridad es la muerte
Mas Frases de Gabriel García Márquez
Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe
La ilusión no se come -dijo ella. -No se come, pero alimenta -replicó el coronel
El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo
Es inútil que siga rezando. Hasta Dios se va de vacaciones en agosto
No hay anuncios de cometas ni eclipses, que yo sepa, ni tenemos culpas tan grandes como para que Dios se ocupe de nosotros
Dice que se está muriendo por mí, como si yo fuera un cólico miserable
Era un desconocido más en la ciudad de los desconocidos ilustres
La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado
Recuerda siempre que lo más importante de un matrimonio no es la felicidad sino la estabilidad
Es un triunfo en la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales
No esperaba nada –mintió. Volvió hacia el médico una mirada enteramente infantil-. Yo no tengo quien me escriba
Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados
A mí me hubiera gustado morirme por mi cuenta, pero si mi destino era ese yo tenía que asumirlo
Si tienes ganas de cantar, canta –dijo el coronel-. Esto es bueno para la bilis
Se necesita tener esa capacidad de buey que tú tienes para esperar una carta durante quince años
Soy libre y me vendo yo misma
En realidad, el único momento de la vida en que me siento ser yo mismo es cuando estoy con mis amigos
La creación intelectual es el más misterioso y solitario de los oficios humanos
El cuerpo humano no está hecho para los años que uno podría vivir
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