Wernher von Braun
Wernher von Braun nació el 23 de marzo de 1912 en Wirsitz, Alemania (hoy parte de Polonia). Hijo de Magnus y Emmy von Braun, desde joven mostró un profundo interés en la astronomía, impulsado especialmente por su madre. Recibió su primer telescopio como regalo de comunión, lo que avivó aún más su curiosidad por el cosmos.
En la escuela, sus insistentes preguntas sobre la astronáutica, considerada en ese momento como una fantasía, le causaron problemas, hasta el punto de ser expulsado. Sin embargo, perseveró y continuó su educación en el colegio Ettsburg, donde mantuvo vivo su entusiasmo por el espacio.
A los 18 años, proclamó a su familia que sería una pieza clave en el avance científico. No se equivocó. En 1929, participó en la Primera Exposición de Astronomía del mundo y poco después, se unió al equipo del renombrado profesor Herman Oberth, considerado el padre de la cohetería moderna.
En 1932, el ejército alemán reconoció su talento y le ofreció recursos y un espacio para sus experimentos. A pesar de la difícil situación económica de Europa, von Braun, aunque reacio, aceptó la oferta. Pronto se dio cuenta de que necesitaba un lugar más grande y propuso Peenemunde, una isla que su familia poseía.
El inicio de la Segunda Guerra Mundial cambió el rumbo de su trabajo. En 1940, von Braun y su equipo fueron cooptados por el régimen nazi, convirtiendo sus innovaciones en armas de guerra. Su invención, el cohete V-2, se utilizó para atacar ciudades aliadas. A pesar de sus logros en la guerra, von Braun siempre vio la astronáutica como su verdadera pasión. Esta dualidad en su carrera lo llevó a ser arrestado brevemente por la Gestapo en 1944.
Tras el conflicto, optó por colaborar con Estados Unidos debido a su admiración por la democracia y los derechos humanos del país. Se nacionalizó estadounidense en 1955 y continuó su trabajo en astronáutica, convencido de las posibilidades de viajar por el espacio.
El lanzamiento del Sputnik por Rusia en 1957 sorprendió al mundo. Tras varios fracasos de la Marina de EE.UU., von Braun propuso lanzar un satélite en solo 60 días. Cumplió su promesa con el Júpiter-C, consolidando su estatus de líder en la cohetería.
Más tarde, von Braun desempeñó un papel crucial en el histórico programa Apollo 11, que llevó a los primeros humanos a la Luna. Durante este periodo, sufrió la pérdida de su madre a causa del cáncer.
Finalmente, el destino tuvo su revancha, y von Braun falleció de cáncer de colon el 14 de junio de 1977 en Virginia. Su legado como pionero en la cohetería moderna sigue siendo motivo de debate y admiración.
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