
Vitamina D, clave para fortalecer las defensas y afrontar la falta de sol
Una reciente investigación de la Universidad de Copenhague reveló que la vitamina D es fundamental para activar las defensas del organismo y que, si la ingesta no es suficiente, las células del sistema inmune podrían no ser capaces de reaccionar ante graves infecciones.
De acuerdo con el trabajo, publicado en Nature Immunology, para que las células acaben con los patógenos externos que ingresan al organismo, necesitan ser reactivadas. Durante la investigación, los científicos descubrieron que las células requieren vitamina D para activarse y, en caso de ausencia, pueden permanecer dormidas.
Para proteger al organismo, las células deben ser expuestas a patógenos externos. Cuando esto ocurre, se dividen y multiplican en cientos de células para acabar con el elemento intruso en el organismo.
Las células ‘asesinas’ del sistema inmune (células T) requieren vitamina D para movilizarse. Cuando se activan, se transforman en células asesinas o ayudantes. Las primeras ayudan a eliminar los patógenos, mientras las segundas envían información al sistema inmune sobre el perfil del agente externo para que, cuando vuelva a presentarse, el organismo lo reconozca y lo elimine fácilmente.
Para obtener vitamina D, los rayos del sol son su principal fuente. Las otras dos formas son a través de la alimentación (leche, queso, hígado vacuno, pescados grasos, yema de huevo, entre otros) y la suplementación. Es importante identificar que hay 5 tipos de vitamina D, entre las cuales la D2 y D3 son las más relevantes. La vitamina D3 duplica la concentración de vitamina D activa en comparación con la vitamina D2.
Las recientes investigaciones sobre el rol de la vitamina D en la activación de las células T constituyen un importante descubrimiento. Aunque ya se conocía su importancia para absorber calcio y que participaba en la lucha contra enfermedades como el cáncer y la esclerosis múltiple, lo que se desconocía era su rol en la activación del sistema inmune.
Además puede servir para seguir el proceso de transformación de células T de inactivas hasta convertirse en activas, de modo que pueda intervenir en varios puntos y mejorar la respuesta inmune. La información puede ser usada para fabricar vacunas, realizar implantes y tratar enfermedades autoinmunes.
Por otra parte, diversos especialistas han señalado que muchas personas pueden sufrir bajos niveles de vitamina D, debido a que en los últimos meses no se han expuesto lo suficiente a los rayos solares. Pasar entre 5 a 10 minutos bajo el sol es importante para nuestro organismo, por lo que recomendaron cambiar los hábitos de sedentarismo.
Puede complementarse con los alimentos adecuados o suplementación.
Además, la ausencia de vitamina D está asociada a la depresión y el estrés. Un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en cooperación con el Colegio Colombiano de Psicología reveló que el 35 % de personas experimentó depresión desde marzo. La situación es similar en países como México, donde la venta de antidepresivos creció 10 %.