Virtudes que Trascienden el Talento
Quedamos maravillados ante la escultura de Miguel Ángel, nos encanta la voz celestial de Mariah Carey, nos reímos con el humor de Robin Williams y somos atrapados por la actuación de Denzel Washington. Sin embargo, el talento no garantiza la cima del éxito. A veces, aquellos con menos talento sorprendentemente brillan más.
Históricamente, hemos presenciado momentos de revuelo: un grupo desaliñado de revolucionarios que venció al imperio británico o cómo Google, siendo un recién llegado, superó a gigantes establecidos de la búsqueda en línea.
¿Por qué no siempre los más dotados predominan? ¿Cómo es que a veces los menos experimentados logran tanto?
Este artículo no busca restar importancia al talento, sino resaltar virtudes que no requieren de él y que, cuando se practican, benefician tanto a uno mismo como a los demás. Estas virtudes son esenciales en un líder.
1. Capacidad de Aprender: No todos nacen con el deseo insaciable de aprender, pero quienes lo cultivan prosperan. Como dijo Henry Brookss Adams, «Las personas que saben aprender enseñan a otros». Rodearse de mentes brillantes y ser curioso puede hacer maravillas.
2. Iniciativa: Es el motor interno que lleva a las personas a lograr grandes cosas. Benjamin Franklin lo puso de esta manera: «Para triunfar, salta rápidamente de oportunidades a resultados». Aquellos con iniciativa actúan, asumen responsabilidades y no se contentan con la mediocridad.
3. Pasión: Es el indicador principal del éxito. Mientras que algunos sueñan sin entusiasmo, aquellos con pasión superan obstáculos insuperables en su búsqueda. Hay quienes intentan apagar el fuego de la pasión y aquellos que lo avivan; es mejor estar rodeado de los últimos.
4. Coraje: No solo se necesita en momentos de peligro, sino en la vida diaria para enfrentar desafíos, romper moldes y defender convicciones. Es esencial para aprender, crecer y liderar en medio de adversidades.
Miguel de Cervantes lo dijo mejor: «Quien pierde riquezas, pierde mucho; quien pierde amigos, pierde más; pero quien pierde su coraje, lo pierde todo».
Conclusión
El talento es invaluable, pero hay virtudes que, cuando se añaden a él, pueden transformar la habilidad promedio en algo extraordinario. La capacidad de aprender, la iniciativa, la pasión y el coraje son ejemplos de estas virtudes. No subestimes el talento, pero tampoco olvides cultivar y valorar estas virtudes día tras día.