Viktor Emil Frankl
Nacido en Viena el 26 de marzo de 1905, Viktor Frankl fue hijo de Gabriel y Elsa. Creció con dos hermanos, Walter y Stella. Desde su infancia, Viktor mostró un profundo interés por el conocimiento, optando por discusiones filosóficas sobre juegos infantiles.
Influencias y Aportes en la Psicoterapia
Desde joven, Frankl se sintió atraído por el psicoanálisis de Freud. Su correspondencia con el famoso psicoanalista llevó a la publicación de su trabajo sobre «La mímica como afirmación y negación». Sin embargo, con el tiempo, se sintió más inclinado hacia la psicología individual de Adler, hasta distanciarse también de esta corriente y abrazar las enseñanzas de Max Scheler.
En 1933, ya ejerciendo como psiquiatra-psicoterapeuta en Viena, Frankl empezó a desarrollar su propia visión de la psicoterapia, denominada «Análisis Existencial». Pero fue durante su dura experiencia en campos de concentración que sus teorías sobre la búsqueda de sentido en la vida se solidificaron.
Experiencia en Campos de Concentración y Desarrollo de la Logoterapia
Deportado a campos de concentración en 1942, Frankl vivió los horrores del Holocausto, perdiendo a su esposa, padre y madre. Sin embargo, encontró en estas tragedias una profunda reflexión sobre el sentido de la vida y la resiliencia humana. Esta experiencia resultó en la publicación de «El hombre en busca de sentido» en 1946, una obra maestra que se convirtió en un referente mundial sobre la supervivencia del espíritu humano ante la adversidad.
Contribuciones Académicas y Reconocimientos
De regreso en Viena tras la guerra, Frankl continuó su labor en el campo de la psicoterapia, desarrollando la Logoterapia. Fue nombrado profesor en la Universidad de Viena en 1955 y viajó por el mundo como conferencista. Sus enseñanzas y publicaciones, como «La Voluntad de Sentido» y «El hombre en busca del sentido último», han dejado un legado duradero en el campo de la psicoterapia.
Despedida de un Pensador Insigne
Después de una vida de contribuciones significativas al entendimiento del espíritu humano, Viktor Emil Frankl falleció en Viena en septiembre de 1997, dejando un legado de resiliencia, esperanza y búsqueda constante de significado.
Contenido relacionado