Tus expectativas moldean tu futuro
Tus expectativas moldean tu futuro. Tal vez has escuchado el dicho: “Ver para creer”. Este enfoque es incorrecto; la realidad es que no necesitas ver para creer, sino creer para ver. Necesitas tener fe en tu capacidad para tener éxito para realmente lograrlo. Si tu objetivo es perder diez libras, primero debes creer que es posible; luego, debes estar seguro de que lo lograrás y finalmente; debes actuar para hacerlo realidad.
Lo que esperas al iniciar un nuevo proyecto o un nuevo día tiene un gran impacto en los resultados. Tu actitud proyecta lo que esperas del mundo. No vas a tener el tipo de día, relaciones o vida que deseas. Tendrás el tipo de día, relaciones y vida que esperas tener. ¿Notas la diferencia? Todo el mundo quiere tener éxito, pero si preguntas si realmente esperan tener éxito, las respuestas suelen cambiar. Ahí es donde puedes percibir sus verdaderas expectativas.
En los años 80, se realizó un experimento en Los Ángeles con estudiantes de primaria. Este grupo había tenido bajo rendimiento y se tenían bajas expectativas debido a su entorno socioeconómico. Con la llegada de un nuevo profesor, se decidió intentar algo distinto. Se le informó que estaría a cargo de estudiantes muy capaces. El profesor, sin conocer su historial, elevó sus expectativas y los resultados al final del año escolar fueron notables. Los estudiantes no solo mejoraron significativamente sus calificaciones, sino que superaron a aquellos considerados dotados. El profesor concluyó que estos estudiantes tenían más posibilidades de tener éxito en la vida.
Los investigadores determinaron que el cambio radical se debía a las nuevas expectativas del profesor. Él asumió que podía esperar más de sus estudiantes, y ellos respondieron a ese nivel. Lo mismo ocurre en todas las áreas de nuestras vidas. Si tenemos altas expectativas, actuaremos en consonancia y lograremos grandes cosas. En contraposición, si nuestras expectativas son bajas, generalmente obtendremos resultados que las cumplan.