Todas las Edades al mismo Tiempo

Todas las Edades al mismo Tiempo

A medida que avanzamos en edad, parece que dejamos atrás recuerdos, experiencias y juegos de la infancia sin ser conscientes de que, eventualmente, nos convertiremos en adultos maduros y, finalmente, en ancianos.

Aunque mi enfoque principal en mis escritos es aprender a vivir en el presente, puede parecer contradictorio con la idea de dejar atrás etapas pasadas. Sin embargo, la clave está en encontrar el equilibrio.

En este momento, quizás no estoy siendo el mejor padre que podría ser. Puede que me cueste conectarme con mis hijos, entender sus juegos, su jerga y su música, lo que crea una distancia que no deseo tener. La solución radica en recordar mi propia infancia, ponerme en su lugar y abrirme a la experiencia de ser niño nuevamente.

No se trata de imponer mis juegos y normas, sino de bajar del pedestal socialmente construido, sentarme en el suelo, sumergirme en su mundo y escuchar sin críticas. El único momento para hacerlo es ahora, rompiendo con la idea de que en mi época las cosas eran diferentes.

Al mismo tiempo, está latente la vejez en cada uno de nosotros. El bienestar en esa etapa no depende solo de un seguro o plan de retiro, sino de cómo vivimos cada momento, apreciamos cada etapa, y nos relacionamos con seres queridos. Cómo tratamos nuestro cuerpo también juega un papel vital en esta travesía.

Desde el corazón, te animo a recordar cómo quisiste ser tratado cuando llorabas y aplicar eso a tus hijos. Escucha, felicita, abraza, toca y besa a tus hijos cuando compartan algo, aunque parezca absurdo. La vida es efímera, y esos momentos pasan rápido; el bebé, el niño, el adolescente, se convierten en adultos antes de que te des cuenta.

Entra con pasión en el juego y la música, vive con intensidad cada momento con tus hijos, tus nietos, y todos los niños del mundo. Como sabiamente nos enseñó un gran Maestro, dejemos que los niños se acerquen, porque de los que son como ellos será el Reino de los Cielos.

Recuerda, en cada uno de nosotros coexisten el niño, el adolescente, el adulto y el anciano. Así es la trama de la vida. No intentes entenderla, simplemente vívela.