
Somos lo que comemos
Somos lo que comemos. Hoy en día sabemos que si padecemos de carencias nutricionales:; que aportan los elementos necesarios para realizar las funciones vitales; sobreviene la debilidad y la enfermedad. Lo consiguiente ocurre incluso por ausencia de un solo nutriente pues toda la orquesta bioquímica es amenazada de colapsar.
Como todo lo que entra en la boca es comida, pero no todo es alimento, el factor de la calidad alimenticia se constituye en normas importantes que debemos contemplar al seleccionar lo que vamos a ingerir.
Para finales de la Primera Guerra Mundial
Para finales de la Primera Guerra Mundial se había logrado elevar; las expectativas de vida aproximadamente 70 años. Hoy día después de 80 años de asombrosos avances de la medicina; esta cifra se mantiene relativamente igual. Claramente algo fundamental para la salud; no esta siendo tomado en cuenta, algún desbalance persiste aun por equilibrarse.
Y las principales causas las podemos descubrir
Y las principales causas las podemos descubrir al analizar cuales eran y cuales son las principales causas de enfermedad y muerte ?. Con esta reflexión; salta a la vista que hasta principios de siglo los principales azotes lo constituían; las enfermedades infecciosas y carenciales; causadas por las malas condiciones de higiene. Con el advenimiento de los antibióticos y el conocimiento de la nutrición adquirimos herramientas para combatirlos.
Simultáneamente con el descubrimiento de la revolución industrial
Simultáneamente con el descubrimiento de la revolución industrial el estilo de vida que se ha impuesto, a generado una nueva gama de padecimientos como cáncer, cardiobasculares, obesidad, trastornos metabólicos y muchas otras, vinculadas muy explícitamente a la mala alimentación y la vida sedentaria.
Así que haciendo un poco de investigación detectivesca sobre los principales necesidades nutricionales podemos encontrar las causas de estos desbalances.
A grandes rasgos, digamos que nuestros cuerpos están constituidos por dos grandes grupos de sustancias:
- Los componentes estructurales y energéticos constituidos principalmente por las proteínas (aminoácidos), los lípidos (ácidos grasos) y carbohidratos (glucógeno y glucosa).
- Los moduladores biológicos. Un conjunto de vitaminas, enzimas, minerales y elementos traza (oligoelementos), los substratos encargados de llevar acabo todas las funciones metabólicas que sustentan la vida.
Las dietas actuales son ricas en proteínas, grasas y carbohidratos, pero la calidad de estos nutrientes ha declinado significativamente, sobretodo el consumo de los ácidos grasos esenciales. Por otra parte los moduladores biológicos y micronutrientes son extraídos de los alimentos o desalojados por procedimientos químicos, simplemente que por razones cosméticas para darle una mejor presencia como es el caso de la refinación o para cumplir con necesidades de almacenamiento o preservación por largos periodos.
Ejemplo, lo que una vez fue el pan integral
Por ejemplo, lo que una vez fue el pan integral fue sustituido por la refinada alternativa blanca, primero por los adinerados que deseaban diferenciarse de la clase obrera enfatizando sus platos mas refinados y luego por estos últimos en sus deseos de emular a la clase pudiente. La sola ausencia de fibra en la dieta resta al organismo de uno de los moduladores biológicos más importantes para el control del metabolismo de las grasas y del colesterol. Sin mencionar la perdida del germen del trigo y demás nutrientes.
Este solo ejemplo es valido también para el consumo elevado del azúcar blanca, de la sal refinado, de los aceites desnaturalizados por la refinación y las grasas hidrogenadas de las margarinas.
Se suma el elevado consumo de grasa saturadas
Se suma el elevado consumo de grasa saturadas presentes en las carnes y productos lácteos, con lo que la dieta actual se caracteriza por desbalanceada, hipercalórica y desbordante en las perjudiciales grasas saturadas y desnaturalizadas.
Si a esto le agregamos los aditivos químicos artificiales como los colorantes, preservativos, emulsificantes y demás sustancias de reconocida toxicidad y potencial carcinogénico presentes en los productos de la industria, entonces esta más que clara la relación con nuestros padecimientos. Pues si somos lo que comemos, “que la medicina sea tu alimento y tu alimento sea tu medicina “ – Hipócrates.
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