Salvador Felipe Jacinto Dali Domenech nació el 11 de mayo de 1904 en Figueras, Cataluña. Procedente de una familia catalana, era hijo de Salvador Dalí y Cusi y de Felipa Domenech.

Inicios artísticos

Desde joven, Dali demostró un interés particular por el arte. Realizó sus primeros estudios en Figueras, en las Escuelas Cristianas y más tarde en el Colegio de Maristas. Su conexión familiar con el pintor Ramon Pitxot influenció su inclinación hacia la pintura. En 1914, ya había comenzado a pintar paisajes al óleo inspirados en el entorno de Cadaques, donde Pitxot tenía una propiedad. En 1917, a la temprana edad de 13 años, realizó su primera exhibición en su hogar.

Trayectoria en Madrid

En 1921, tras la trágica muerte de su madre, Dali se mudó a Madrid para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Sin embargo, su comportamiento rebelde resultó en su expulsión al año siguiente. A pesar de esto, siguió experimentando con diferentes estilos artísticos, incluyendo el cubismo y más tarde el surrealismo.

Reconocimiento internacional

En 1925, Dali presentó sus obras en una exposición individual en Barcelona, llamando la atención de artistas reconocidos como Picasso y Miró. A fines de la década, conoció a Gala Eluard, quien no solo se convirtió en su musa, sino también en su compañera de vida. Aunque este romance provocó tensiones con su familia, Dali y Gala se instalaron juntos y su relación perduró hasta la muerte de ella.

Decenio crucial

Dali atrajo la atención mundial con su innovador método «paranoico-crítico», y su obra «Los relojes blandos» de 1931 fue aclamada. Sin embargo, su relación con otros surrealistas fue tumultuosa, y eventualmente fue expulsado del movimiento. A pesar de esto, su fama continuó creciendo y, en 1939, se trasladó a Estados Unidos.

Últimos años

En la década de 1970, Dali continuó trabajando y experimentando con nuevas técnicas y medios. Tras el fallecimiento de Gala en 1982, la salud de Dali empezó a deteriorarse. Finalmente, el 23 de enero de 1989, este icónico artista falleció en su amada Figueras.

Legado perdurable

Un año después de su muerte, en 1990, más de 100 obras de Dali se exhibieron en el Museo de Bellas Artes de Montreal, subrayando la influencia perdurable de este maestro en el mundo del arte.