Salud Integral y Medicina Holistica

Salud Integral y Medicina Holistica

Salud Integral y Medicina Holistica. A lo largo de la historia de la humanidad, los pueblos y sus culturas han buscado y han encontrado en el ambiente que los rodea la satisfacción de sus necesidades básicas. El estado de salud es la condición de bienestar que se produce como consecuencia de esa relación de adaptación satisfactoria entre el individuo y su ambiente.

Todos los pueblos han depositado su confianza en una figura que encarna la tradición de los conocimientos ancestrales que le brindan a los individuos la asistencia y orientación para alcanzar ese equilibrio físico y espiritual. Estos individuos han sido denominados con adjetivos diversos como: brujo, shamán, piache, sanador, hierbatero, sacerdote, médico, etc.

Algunos de ellos, incluso han poseído cualidades sobresalientes que los convierten en canales para comunicar a sus congéneres con la dimensión espiritual, por lo que han sido conocidos como visionarios, profetas, oráculos, pitonisas, mediums, etc. Lo cierto es que durante miles de años, estos individuos han mantenido vivos la tradición de los pueblos y los conocimientos que han servido para mantener y recuperar la salud de sus habitantes.

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Las civilizaciones Occidentales

Las civilizaciones Occidentales son depositarias de la tradición Egipcia, Grecorromana, y Árabe, y la han integrado a la cultura moderna. La medicina occidental que tiene a Hipócrates como el padre de la medicina y a Galeno y a Celso como algunos de sus máximos exponentes, sin embargo, se desligó de la comprensión de una realidad espiritual cuando adoptó el método científico de Reneé Descartes.

Si bien este fue la principal herramienta que posibilitó a nuestra cultura salir del oscurantismo de la Edad Media y nos condujo a través del Renacimiento al Mundo Moderno, también ha sido el causante de que fascinados por el modernismo, la ciencia y la tecnología, hayamos negado el valor de lo tradicional y del mundo espiritual. Borrar el pasado para abrazar lo nuevo nos ha desarraigado. Al perder las raíces y el contacto con nuestros orígenes, también perdemos de vista hacia donde vamos. Por eso, al negar la verdadera naturaleza, el médico moderno y la humanidad contemporánea se ha sumergido en un profundo conflicto existencial.

Hace ya más de quinientos años

Hace ya más de quinientos años que el materialismo científico niega la existencia del alma y del espíritu, simplemente porque no los ha podido ver, ni pesar, ni medir por ningún método físico. Debido a ese vació conceptual, la medicina moderna, si bien ha evolucionado inmensamente en lo concerniente a las maravillas tecnológicas que pueden prolongar indefinidamente la vida de los individuos en una unidad de cuidados intensivos o en un servicio de emergencia, por otra parte, es muy poco lo que aporta para mejorar la calidad de vida de esos mismo pacientes a quienes no sabe curar pero que tampoco les permite morir.

Esta medina se ha orientado a combatir las enfermedades y a los agentes etiológicos que hemos aprendido a reconocer y a precisar. Pero, es prácticamente impotente para devolver a los individuos la salud perdida pues no sabe como ayudarlos a identificar y a modificar las causas y las implicaciones de sus padecimientos. El no reconocer la naturaleza de nuestros errores en el pensar, en el sentir, en el obrar y en el hablar, y como repercuten generando desequilibrio, sea por acción o sea por omisión, nos conduce a la insanidad. Esto ocurre en el mundo académico y científico de hoy.

En cambio, las culturas orientales,

En cambio, las culturas orientales, civilizaciones tan antiguas como la China o la India, entre otras, no sufrieron las consecuencias del cientificismo occidental y sus conocimientos han perdurado hasta hoy apoyados en la efectividad demostrada a lo largo de miles de años de práctica y evolución.

Es así como la acupuntura -uno de los procedimientos médicos utilizados por más personas a los largo de la historia de la humanidad-, permanece vigente hasta hoy y se ha brindado a occidente hace más de cien años para que sus científicos la estudien y descubran los mecanismos de acción y los fenómenos y misterios que la envuelven. Gracias a la física contemporánea, ya no hay nada de misterioso en ella, pues los estudios de la energía, de la electricidad, del electromagnetismo, han alcanzado el desarrollo necesario para desentrañar la mayoría de las interrogantes.

Es así que, hoy occidente y oriente se encuentran en un mundo de globalización en el que sus culturas se complementan. En el que las barreas culturales se desdibujan, las telecomunicaciones nos acercan, la información se integra y la medicina solo puede ser una: INTEGRAL U “HOLÍSTICA”.

La palabra holística es un neologismo

La palabra holística es un neologismo de la palabra inglesa WHOLE que significa TODO. Se usa con las implicaciones de “totalista”, “sistémica”e “integral”.

Aplicado a la medicina, ésta concepción amplia su visión para abordar la problemática humana en su contexto físico, psicológico, socioeconómico y espiritual. Integra en su haber, toda procedimiento diagnóstico y terapéutico que presente alguna utilidad práctica, y que haya sido investigado y validado debidamente por la experiencia sin importar su origen ni procedencia, ya que se justificada por el beneficio que pueda ofrecer a los individuos. Es una aproximación científica que reconoce e investiga la multicausalidad y multidimensionalidad de los factores que influencian en la salud de los individuos y sus comunidades.

Además es un enfoque verdaderamente integral, ya que la medicina Holística se aplica en todos los ámbitos de la salud pues abarca tanto el enfoque preventivo, como curativo y de rehabilitación

Por tal razón el médico con formación holística.

Por tal razón el médico con formación holística es hoy el equivalente y el heredero de los médicos-sacerdotes de la antigüedad que trataban al ser humano como un todo físico, mental y espiritual sin distingo de clase, sexo, raza ni religión ni tendencia política, y le trataban no sólo su dolor físico sino su dolor moral. Para su formación hemos de alimentarlo con los conocimientos de la tradición, de la ciencia y de los avances tecnológicos. Pero, para dar salud hay que tener salud.

Para ser capazde ayudar a otro a generar un cambio en su estilo de vida, hay que tener moral y ser un modelo a seguir que pueda inspirar en otros esa motivación para el cambio. Por eso creemos que para la promoción de la Salud Integral y la formación de un Médico o de un terapeuta Holístico capaz de cumplir esa función, se requiere no solo de enseñar una técnica sino la formación de UN SER HUMANO INTEGRAL. Un individuo que posea valores, hábitos saludables, conocimientos y fortalezas de carácter que le ayuden a discernir y a contrarrestar las tentaciones y las contradicciones del mundo contemporáneo. Una sociedad gobernada por el consumismo, en la cual, intereses económicos y políticos transnacionales manipulan la información para fomentar la enfermedad, las adicciones y perpetuar la dependencia y el colonialismo cultural.

Con este propósito

Con este propósito, hemos creado para la Fundación Hoffmann Salud Integral y la Universidad del Zulia un Diplomado capaz de formar al público en general en Promotores de CALIDAD DE VIDA y Salud Integral, y a profesionales de la Salud y a los Médicos, capacitarlos como Terapúeta o Medicos Holísticos. Un programa que incluye una Formación Vivencial que le permita optimizar su salud y generar en sí mismo los cambios que lo faculten para poder enseñar con el ejemplo. El programa contiene una formación académica amplia que incluye las principales medicinas tradicionales y los procedimientos complementarios más importantes para el diagnóstico y la terapéutica, junto a una visión ecológica, humanística, social y espiritual que lo sensibilice ante su entorno y ante las causas que determinan y agravan la grave crisis del mundo contemporáneo.

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