Rudolf Diesel
Rudolph Diesel, nacido en París en 1858, fue el segundo hijo de Elise Strobel y Theodor Diesel, una pareja de emigrantes bávaros establecidos en la capital francesa.
A pesar de iniciar su educación en París, Rudolf tuvo que trasladarse a Augsburgo en 1870 debido a la guerra franco-prusiana. Más tarde, en 1875, ingresó a la escuela politécnica de Múnich, donde obtuvo un título en Ingeniería Térmica y de Maquinaria. Durante este periodo, fue discípulo del renombrado Carl von Linde y, posteriormente, trabajó para la empresa de máquinas frigoríficas de Linde en París.
Fue en París donde Diesel desarrolló un interés en diseñar un motor que utilizara amoníaco. A pesar de que este diseño inicial no tuvo éxito, lo inspiró a dedicarse a la creación de un motor de combustión interna más eficiente. En 1892, patentó un innovador motor con un alto rendimiento térmico que se lograba gracias a su alto grado de compresión. Cinco años después, presentó su revolucionario invento en la Asamblea General de Ingenieros Alemanes en Kassel.
El motor Diesel, como fue conocido, tenía ventajas notables sobre otros motores de la época: era más eficiente, utilizaba un combustible más económico y podía alcanzar potencias superiores. A pesar de los desafíos iniciales, como el sistema de alimentación de combustible, Diesel logró superar estos obstáculos y su motor atrajo la atención global.
Para 1898, la fama de Diesel y las ventas de sus motores lo habían convertido en millonario. Estos motores encontraron aplicaciones en diversas industrias, desde oleoductos y plantas eléctricas hasta transporte marítimo y terrestre.
En 1899, Diesel estableció una fábrica en Augsburgo para producir sus motores, aunque diversos problemas, incluyendo su salud deteriorada, llevaron al fracaso de la empresa. A pesar de los desafíos, el impacto de su invención fue innegable y transformó la industria del siglo XX.
Lamentablemente, en 1913, Rudolf Diesel encontró un trágico final al caer al agua desde un barco en un viaje de Amberes a Inglaterra, falleciendo ahogado.