Usted no trabaja para Nadie. Usted trabaja para sí Mismo

No trabajas para otros

 

No trabajas para otros, trabajas para ti. Solo un 3% de la gente, sin importar sus ingresos, se perciben a sí mismos como sus propios líderes. Aunque estén empleados en una empresa, actúan como si su labor fuese para su propio negocio. El mayor desliz que puedes cometer es creer que no trabajas para ti; porque en realidad, siempre lo haces. Siempre eres el CEO de tu propia marca personal, sin importar quién sea tu empleador en ese instante.

No trabajas para otros

Cuando te visualizas así, adquieres la mentalidad de alguien con gran autonomía, responsable de sus acciones y con el potencial de emprender. En lugar de quedarte esperando, tomas la iniciativa. Te ves como el director de tu destino. Reconoces que tienes el control sobre tu salud, finanzas, carrera, relaciones y vida personal. Esa es la mentalidad de las personas verdaderamente destacadas.

Si trabajas en alguna empresa, no te veas simplemente como un empleado, sino como un empresario cuyo cliente principal, por ahora, es tu empleador. Es una ilusión pensar que tener un trabajo garantiza tu estabilidad financiera. Es crucial superar la noción de que no debes comprometerte al máximo con tu labor solo porque no sientes que es «tu negocio».

En el cambiante mundo laboral, no hay certezas de que mantendrás tu trabajo indefinidamente. Piensa en el riesgo que corre una empresa que depende solo de un cliente. Por ello, es esencial promocionar y mantener tus habilidades relevantes en el mercado.

Tomima Edmark, ex ejecutiva de mercadeo de IBM, es un gran ejemplo. Durante la reestructuración de IBM en los años ochenta, creó un plan alternativo para prevenir una posible desvinculación. Con un capital de $4,000, fundó una empresa basada en un accesorio para el cabello que ella misma diseñó. En 2003, su negocio generó ventas de cien millones de dólares.

Esa es la recompensa de reconocer que siempre trabajas para ti mismo. Tomima se adelantó y planificó, de modo que cuando llegó la oportunidad, estaba lista.

Si fueras líder de tu empresa por un día, o tuvieses total responsabilidad sobre sus resultados, ¿qué acción emprenderías sin dudar? Sea lo que sea, anótalo, planifica y actúa desde ahora. Este sencillo acto puede ser transformador en tu vida.