Tony win

Mentalidad Única: Optimiza tu Tiempo y Energía

 

En 1998, los Bravos de Atlanta se enfrentaron a los Padres de San Diego por el campeonato de la Liga Nacional de Béisbol. Tuve el honor de presenciar algunos de esos encuentros. Originalmente, mi equipo favorito eran los Padres, pero al mudarme a Atlanta en 1977, mi afición se trasladó a los Bravos. Sin embargo, durante ese enfrentamiento crucial, sentí una profunda admiración por Tony Gwynn, que me hizo replantearme mis lealtades.

Gwynn no sólo es considerado uno de los mejores bateadores de los últimos 50 años, sino que está justo después de la leyenda Ted Williams. Ha obtenido ocho campeonatos de bateo, siendo superado solo por Ty Cobb. Además, ostenta un impresionante promedio de bateo de .399. Se prevé que Gwynn tendrá un lugar en el Salón de la Fama en Cooperstown, Nueva York.

A primera vista, Gwynn no se presenta como el prototipo de un atleta estelar, pero su talento es innegable. Más allá de su habilidad, su éxito radica en su dedicación y enfoque. Gwynn se sumerge en el arte del bateo, analizando videos, practicando incansablemente y buscando constantemente mejorar su técnica.

La consistencia de Gwynn es notable. Excepto en su primera temporada, siempre ha tenido un promedio de bateo superior a .300. Como señala el periodista George Will, la verdadera maestría proviene de una concentración intensa, algo que muchos no comprenden ni practican.

En resumen:

  1. Concentra el 70% en tus fortalezas: Los líderes sobresalientes se enfocan más en perfeccionar sus habilidades que en mejorar sus debilidades.
  2. Dedica el 25% a aprender cosas nuevas: El crecimiento implica cambio. Si quieres progresar, debes aventurarte fuera de tu zona de confort.
  3. Invierte solo el 5% en tus áreas débiles: A veces es necesario abordar nuestras debilidades, pero la clave está en minimizar su impacto delegando tareas a quienes pueden hacerlas mejor.

Pregúntate: ¿Estás aprovechando al máximo tus habilidades? ¿Estás centrando tus esfuerzos donde realmente importa? Si la respuesta es no, es hora de recalibrar.

Actúa:

  • Identifica y potencia tus fortalezas.
  • Mantente dispuesto a aprender y adaptarte.
  • Reconoce y delega tus debilidades.

Recuerda: Al igual que con el león y la banqueta, la concentración dividida puede ser paralizante. Mantente enfocado y verás resultados sorprendentes.