Llama Interior
Llama Interior. En el momento en que tu alma vibra con un deseo intenso de alcanzar una meta, y con cada aliento desafías al agotamiento sin detenerte en tu empeño, has despertado la potencia incansable que conduce hacia el triunfo personal.
La devoción apasionada que infundes en cada acción te conducirá a descubrir la vastedad y profundidad de tu propia esencia.
La pasión más pura y cristalina es aquella que te conduce a tu total autorrealización, que te lleva a superar barreras y a transformar tu visión en realidad.
A la persona que dedica su labor con ardiente fervor se le conoce como profesional.
A quien se entrega al arte con ferviente devoción y sin reservas se le considera artista.
A aquel que no cesa de versar sobre el amor, encontrando en cada rima el latido del corazón, se le denomina poeta.
A los que juntos atraviesan el crepúsculo y enfrentan la tempestad, brindándose mutuo apoyo en cada paso, compartiendo tanto los momentos de alegría como de adversidad, se les llama amigos.
A los que se enamoran con una intensidad arrebatadora, fusionando sus almas en la potencia de su mutua sensibilidad, se les denomina amantes.
A los que brindan amor incondicional a sus hijos, desplegando un amor sin límites ni fronteras, se les reconoce como padres.
A aquel que se rinde ante la divinidad con un corazón pleno de amor se le describe como santo.
A los que, con una pasión incontenible, extienden sus manos generosas hacia quienes más sufren, hacia los desamparados y olvidados, se les conoce como idealistas.
Y aquel que lucha sin descanso por convertir lo imposible en posible, quien dedica su existencia entera a la concreción de una visión, quien sin reservas alguna ofrece su vida por gestar un nuevo despertar, ese, se le llama hijo de Dios.
La llama de la pasión es aquella que nos impulsa a crear, a soñar y a vivir plenamente cada instante. Nos invita a explorar nuestros límites y a trascenderlos, a encontrar la magia en lo mundano y la trascendencia en el acto de dar. La pasión es la chispa divina que nos motiva a dejar huella, a moldear el mundo con la fuerza de nuestro espíritu y a encender en otros el fuego del entusiasmo y la esperanza. Quien abraza su pasión, abraza la esencia misma de la vida.