Las Expectativas en la gente y sus Consecuencias
En mis interacciones con clientes y empresarios, con el paso del tiempo, suelen surgir conversaciones sobre las expectativas y el crecimiento de los miembros del equipo en relación con las visiones de los superiores.
Expectativas y Realidades
Frases como «He estado invirtiendo en Marcela durante tres años, pero siento que ha alcanzado su límite…» o «He intentado de todo con Carlos. Lo reprendo, lo premio, lo envío a seminarios, pero parece que no alcanza su verdadero potencial…» son comunes en este contexto. Este fenómeno, aunque frecuente, es complejo y tiene consecuencias significativas para todas las partes involucradas.
El Vínculo Afectivo en Juego
En este escenario, se exponen las ambiciones, los talentos, las debilidades y los secretos de los individuos. Recuerdo mi primer empleo, donde mi jefe me sorprendió con un ascenso, aunque yo ya tenía planes de retomar mis estudios. Esta situación evidencia la dinámica emocional y las decisiones que se toman en función de las expectativas y realidades individuales.
El Dilema del Líder
Los líderes, apasionados por su trabajo, a menudo esperan que sus subordinados compartan su entusiasmo y dedicación. Sin embargo, este enfoque puede ser contraproducente, ya que las metas y aspiraciones de cada persona pueden diferir significativamente. A veces, a pesar de todos los esfuerzos del líder, el progreso deseado no se materializa.
Aprender a Adaptarse
Es esencial reconocer cuando las expectativas no se alinean con la realidad y estar dispuesto a ajustar el enfoque. Así como en la jardinería, donde algunas semillas brotan antes que otras y algunas plantas prosperan mientras otras se marchitan, en el liderazgo también es necesario permitir que cada individuo muestre su verdadero potencial y aspiraciones.
Conclusiones
Es crucial aceptar que no todos los que parecen prometedores al principio llegarán a ser líderes destacados, y viceversa. Observar con atención y estar dispuesto a cambiar de rumbo cuando sea necesario es fundamental para cultivar un equipo efectivo y adaptable. En última instancia, reconocer y aceptar las realidades individuales es fundamental para el éxito a largo plazo tanto para los líderes como para sus equipos.