La Voz del Corazón

La Voz del Corazón

La Voz del Corazón. Cuando susurra el corazón, es sabio guardar silencio y escucharlo, no con el ánimo de descifrar sus misterios, sino con la serenidad de quien acoge una melodía ancestral. Es el corazón el que habla en un lenguaje etéreo, más allá del entendimiento, un dialecto tejido de pulsaciones y pausas, de sentimientos y revelaciones que no requieren de interpretación, sino de aceptación.

En el vasto universo de causas y efectos, podríamos encontrar un millar de motivos para conquistar cualquier cumbre, pero es el amor, ese sentimiento aparentemente sin sentido, que nos guía a través de la más densa oscuridad. Respira hondo, permite que tus ojos se acostumbren a la penumbra, y espera, con la paciencia del sabio, que el corazón ilumine tu ser con su sabiduría intrínseca.

Quizás no lo entiendas ahora, pero el corazón posee un arcoíris de emociones que te invitan a levantarte, a moverte sin requerir razones. Al caminar, aunque sea a tientas en este océano de incertidumbre, descubrirás que tu corazón te señala hacia el amor.

¿Por qué ofrecer perdón a quien no lo espera? ¿Por qué buscar a quien se oculta de ti? ¿Por qué regalar una sonrisa a quien desvía la mirada? ¿Por qué entregar amor a quien parece vacío? Las respuestas yacen en el ritmo sincero de tu corazón, que late con la certeza de que en el final del camino no habrá arrepentimientos por haber manifestado la verdad de tu espíritu. El corazón, en su sabiduría, no busca razones para amar; su esencia es el amor mismo, libre y expansivo.

Así, cuando llegue el momento de reconectar con aquel ser al que anhelas volver a traer a tu lado, ármate de valor y dile con la fuerza de lo inefable:

«Quiero confesarte que te amo, y lo hago siguiendo una única lógica indiscutible: te amo simplemente porque te amo. Sin interrogantes, sin demandar justificaciones, puedo afirmarte con toda la convicción de mi ser que mi razón y mi corazón, en unísono perfecto, te proclaman… te amo».