La vida es un continuo aprendizaje

La vida es un continuo aprendizaje

 

La vida es un continuo aprendizaje: Cuando hablamos de la vida siempre hacemos mención de lo dura que es y cuán difícil se pone cada día, buscando desahogarnos sin saber que estamos limitando en el inconsciente nuestra propia capacidad de superación. Sí, es difícil comprender esto ya que pensamos desde nuestras creencias y hábitos, ellos nos llevan a pensar y sentir que estamos luchando contra la corriente y que es muy difícil superarlo ya que todas las personas viven eso a diario. Es allí donde los invito a reflexionar pues la vida es un continuo aprendizaje, y nuestras creencias y hábitos son quienes nos manejan.

Nuestras Creencias:

Como vemos el mundo, así es. Nuestros pensamientos y emociones hacen una gran dupla, cuando pensamos y nos emocionamos con algo de manera positiva o negativa lo estamos atrayendo, y cuando lo hacemos con mucha frecuencia se convierte en una actitud. Nuestras actitudes frecuentes frente a ciertos hechos, terminan convirtiéndose en creencias y cuando estas son repetitivas se instalan en nuestro inconsciente, llegan a ser tan fuertes que al menor desafío buscas defenderlas a toda costa.

Una vez convencido de ciertas creencias significa que ellas están alojadas ya en tu red neuronal,  vivir permanentemente en tus creencias se convierte en hábito, por eso es tan difícil a veces pensar de manera diferente. Tenemos creencias sobre Dios, salud, relaciones amorosas, laborales y muchas más, vivir desde nuestras creencias termina conformando las percepciones del mundo que nos rodea.

Nuestras Percepciones :

Las percepciones son las bases de nuestras relaciones, y las relaciones son nuestras conexiones con lo que nos rodea; todo lo que creamos, nuestras actitudes, las decisiones que tomamos, esas acciones representan lo que somos, todas ellas dependen siempre de cómo percibimos el mundo, por eso debemos estar muy claros, nuestra vida es lo que percibimos del entorno y sus protagonistas.

Ejemplo: Cuando en una pareja el esposo viene de padres divorciados y la esposa de padres casados con hogar estable, muchas veces nos encontramos con relaciones conflictivas ya que ambos tiene una percepción distinta del mundo y poseen creencias diferentes. También es muy común verlo en relaciones comerciales, personas que consideran los negocios muy serios y respetuosos donde la palabra tiene mucho peso, versus otros que piensan que los negocios son un juego y no lo toman en serio, esto genera conflictos debido a la percepción de ambas partes.

En general nuestras percepciones se convierten en nuestra razón, por lo tanto cuando alguna persona discrepa de nuestras creencias porque está viendo el mundo de manera diferente, tendemos a criticarlo o juzgarlo ya que debería pensar como nosotros, esta actitud muchas veces termina generando incovenientes.

Para cambiar nuestras creencias debemos conocer lo siguiente:

  1. Reconocer que todos percibimos el mundo de manera diferente.
  2. Reconocer que nuestras creencias y hábitos nos hacen ver el  mundo tal y como lo percibimos.
  3. Salir de la caja, romper paradigmas, cuestionar las creencias con las que no nos sentimos bien.
  4. Aprender a ver el mundo con ojos de aprendiz.
  5. Estar dispuesto siempre a escuchar a los demás por muy loco o raro que parezca.
  6. Recordar que no somos dueños de la verdad.
  7. Identificar los hábitos que nos afectan negativamente y sustituirlos por positivos,  será un gran paso a nuestro nuevo estado del ser.

La vida es un continuo aprendizaje, nunca es tarde para conocer nuestro verdadero potencial, debemos vencer las barreras que nos alejan del éxito y de una vida plena.

Resumen del libro Senderos de Sabiduría