La escucha empática

La escucha empática

 

La comunicación efectiva comienza con el hábito de escuchar, pero no se trata de escuchar solamente con los oídos, también tenemos que escuchar con el cerebro y con el corazón; La personas se pasan la vida tratando de comunicarse, ya sea en forma escrita o hablada, pero tienen poco entrenamiento en escuchar, en entender a la otra persona desde su propio marco de referencia, a esto se le llama escucha empática.

Escucha empática una necesidad para la buena comunicación 

Es poco común la persona que escucha tratando de entender, generalmente se escucha con la intención de contestar y de hablar de su propia historia. Estamos muy ocupados pensando en nuestras propias razones, en nuestra autobiografía, queremos constantemente que nos comprendan y nuestras conversaciones se transforman en monólogos colectivos. Escuchar con empatía es una herramienta muy poderosa. Nos proporciona información muy valiosa, para poder trabajar. En lugar de filtrar lo que dice la otra persona con los lentes que vemos el mundo.  Tenemos que tratar de ver el mundo como la otra persona lo ve.

Empatía no es simpatía, esta,  es una forma de acuerdo, una forma de juicio y en ocasiones es la respuesta más apropiada, pero a veces las personas se nutren de la simpatía y eso los hace dependientes, la clave de la escucha empática, no es estar de acuerdo, consiste en comprender profundamente a la otra persona tanto emocional como intelectualmente. La escucha empática incluye más que registrar, reflejar o incluso comprender las palabras  pronunciadas.

Los expertos opinan que las palabras representan sólo el 10 % de la comunicación, 30 % lo representa el tono de voz y otros sonidos y el 60 % es el lenguaje corporal, en la escucha empática escuchamos con los oídos pero también con los ojos y con el corazón, se escuchan los sentimientos, los significados, se escucha la conducta. Se utiliza tanto el hemisferio izquierdo como el derecho, usted intuye, percibe, siente.

La escucha empática es  importante porque nos proporciona datos precisos, en lugar de proyectar nuestra propia autobiografía y dar por sentado ciertos pensamientos, sentimientos , motivos e interpretaciones, más bien abordamos la realidad que está dentro de la cabeza y el corazón de la otra persona.

La escucha empática es terapéutica y curativa

La escucha empática es altamente terapéutica y curativa porque proporciona “aire psicológico”. Procurar comprender, antes de ser comprendidos no es fácil, nos resulta mucho más sencillo entregar nuestros propios  lentes  que nos han sido útiles por mucho tiempo, pero que no necesariamente le serán útiles a la otra persona. Cuando se aprende a escuchar empáticamente , se descubren diferencias enormes de percepción, también se comienza a apreciar  el efecto que pueden tener estas diferencias  cuando dos personas tratan de trabajar juntos en situaciones de interdependencias , cada uno puede ver la situación de distinta manera y ambos tener razón.

Otro aspecto importante es el carácter de la persona, si los demás perciben duplicidad, manipulación o doble propósito, es poco lo que se pueda hacer, ya que las personas nos abrirán verdaderamente. La clave real de la influencia está en el carácter en lo que verdaderamente somos, nuestro carácter está irradiando  y comunicando constantemente. A partir de esto es que se llega a confiar verdaderamente en alguien. Después de la necesidad física de sobrevivir la necesidad más grande del ser humano es ser comprendido y apreciado. Al escuchar con empatía usted le está llenando esa  necesidad a la otra persona. Una vez que la persona tenga esa necesidad satisfecha, bajará  sus defensas, entonces podrá influenciarlo y buscar una solución ganar – ganar.