George Stephenson
George Stephenson nació el 9 de junio de 1781 en Wylam, cerca de Newcastle-upon-Tyne. Provenía de una familia humilde; su padre trabajaba como bombero en una mina de carbón. Desde joven, George tuvo que trabajar, iniciando como pastor.
Creció en una cabaña situada junto al Wylam Wagonway, lo que despertó su interés en las máquinas desde pequeño. Tras un accidente que dejó ciego a su padre, quien operaba una máquina de vapor en la mina, George tuvo que asumir ese puesto.
Ambicioso desde joven, a los dieciocho años empezó a asistir a clases nocturnas donde aprendió a leer y escribir. En 1802, se casó con Frances Henderson y, para obtener ingresos adicionales, se dedicaba a reparar relojes.
En 1813, inició un proyecto para optimizar el transporte de carbón. Diseñó el «Blucher», un aparato con un sistema de vapor mejorado y una caldera más eficiente. Además, inventó una lámpara de seguridad para mineros, con una malla que reducía el riesgo de apagado.
Stephenson dirigió la construcción del primer ferrocarril que unía Stockton con Darlington y posteriormente, el que conectaba Liverpool con Manchester. Su innovador trabajo en ferrocarriles lo hizo muy solicitado en países como Bélgica, Suiza y España.
El impacto del ferrocarril fue revolucionario. Facilitó el comercio, el transporte y la movilidad en toda Europa y más allá. A pesar de la resistencia inicial de algunos sectores, como agricultores y campesinos, el 15 de septiembre de 1830 se inauguró oficialmente la línea Liverpool-Manchester. Durante este evento, ocho locomotoras desfilaron ante el duque de Wellington, el primer ministro de Inglaterra.
Desde 1833, diversas compañías se interesaron en financiar los proyectos de Stephenson, promoviendo el desarrollo ferroviario en Inglaterra, esencial para la industria textil durante la Revolución Industrial.
Aunque viajó al extranjero supervisando y asesorando en proyectos de ferrocarriles, Stephenson rechazó una posición en el Parlamento inglés, prefiriendo mantener un perfil bajo. A lo largo de su vida, se casó tres veces, siendo su último matrimonio de corta duración.
Al alejarse del mundo de las máquinas, se dedicó a la jardinería. Falleció de fiebre el 12 de agosto de 1848. En su honor, se levantó un monumento en Chesterfield.
Gracias a la visión de Stephenson y su pasión por el ferrocarril, este medio de transporte transformó la comunicación y el comercio, primero en Inglaterra, luego en Europa y finalmente, a nivel global.