Frederick Chopin

Frederick Chopin, nacido el 22 de febrero de 1810 en Zelazowa Wola, Polonia, demostró una precoz afinidad por la música, conmoviéndose hasta las lágrimas al oírla. Inició su formación musical con su madre y hermana Luisa, pero cuando empezó a componer por cuenta propia, sus padres contrataron al profesor Adalberto Zwyny.

A sus ocho años, Chopin debutó en un concierto benéfico el 24 de febrero de 1818, creando piezas como tres polonesas y una marcha militar que el gran duque Constantino adaptó para banda. A los trece, fue discípulo de Elsner en el Conservatorio de Varsovia, y más tarde se unió al Liceo.

En 1825, tras tocar para el Czar Alejandro I en Varsovia, recibió un anillo de diamantes como regalo. Ese mismo año, Chopin fue nombrado organista del Liceo y de la Iglesia de la Visitación. Tras graduarse en 1826, se presentó como pianista en Varsovia en 1827, consolidando su fama de virtuoso, pese a su aversión a grandes audiencias. Ese año, sufrió la pérdida de su hermana Emilia a causa de la tuberculosis.

Después de visitar Berlín en 1828 y quedar impresionado por Paganini en 1829, Chopin realizó memorables conciertos en Viena y regresó a Varsovia. Durante este tiempo, desarrolló sentimientos por la cantante Constanza Gladkowska. En 1830, tras actuar en Breslau, volvió a Viena, pero no tuvo tanto éxito como en su primera visita. Finalmente, en 1831, se mudó a París, donde se convirtió en un distinguido profesor y pianista gracias al príncipe Radzwill.

En 1835, Chopin tuvo un emotivo reencuentro con sus padres en Karlsbad. En ese tiempo, también se enamoró de María Wodzinski, pero las objeciones de su padre truncaron el romance. Tras un período de retiro en Londres, inició un romance con la escritora George Sand en 1837. Su relación terminó en 1847 tras una estancia juntos en Mallorca, donde Chopin enfermó de tuberculosis.

Su salud decayó hacia 1847, llevándolo a viajar a Inglaterra y Escocia. Al volver a París en 1849, su enfermedad lo obligó a abandonar la enseñanza. A pesar del cuidado de sus amigos, incluida la princesa Czartoriska, falleció el 17 de octubre de 1849. Su funeral tuvo lugar en la Iglesia de la Magdalena, donde se tocó el «Requiem» de Mozart, y fue enterrado en el cementerio del «Pére Lachaise», siendo cubierto con tierra polaca en homenaje a su amada patria.