Frases de San Juan de la Cruz. Un religioso y poeta místico del renacimiento español. Fue reformador de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo y cofundador de la Orden de los Carmelitas Descalzos con santa Teresa de Jesús.
Frases de San Juan de la Cruz
En esto se conoce el que de veras ama a Dios, si no se contenta con alguna cosa menos que Dios
El llanto del hombre en Dios, y en el hombre la alegría, lo cual del uno y del otro tan ajeno ser solía
Para venir a gustarlo todo, no quieras tener gusto en nada
Pon amor donde no hay amor, y sacarás amor
En todos los casos, por adversos que sean, antes nos habemos de alegrar que turbar por no perder el mayor bien, que es la paz y tranquilidad del alma
A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición
El alma que está enamorada de Dios es un alma gentil, humilde y paciente
En el ocaso de nuestra vida seremos juzgados en el amor
Era una pasión por la mirada, y en su mirada estaban los ojos antes del tiempo; dice su padre que el tiempo es melancolía, y cuando se para lo llamamos eternidad
El alma que anda en amor, ni cansa, ni se cansa
El alma que venza la potencia del demonio no lo podrá conseguir sin oración ni podrá entender sus engaños sin mortificación y sin humildad
Bienaventurado el que, dejando a parte su gusto e inclinación, mira las cosas en razón y justicia para hacerlas
Buscad leyendo y hallaréis meditando
No sospeches mal contra tu hermano; porque este pensamiento quita la pureza del corazón
La satisfacción del corazón no se halla en la posesión de las cosas, sino en la desnudez de todas y pobreza de espíritu
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¿Qué más quieres, oh alma, y qué más buscas fuera de ti, pues dentro de ti tienes tus riquezas, tus deleites, tu satisfacción, tu hartura y tu reino, que es tu Amado, a quien desea y busca tu alma?
Me parece que el secreto de la vida consiste simplemente en aceptarla tal cual es
En la noche dichosa, en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz ni guía sino la que en el corazón ardía
Verdaderamente aquél tiene vencidas todas las cosas, que ni el gusto de ellas le mueve a gozo, ni el desabrimiento le causa tristeza
Nunca te quieras satisfacer en lo que entiendes de Dios, sino en lo que no entendieres de él; y nunca pares en amar y deleitarte en eso que entendieres o sintieres de Dios; sino ama y deléitate en lo que no puedes entender ni sentir de él
Donde no hay amor, poned amor y encontraréis amor
Grande contento es para el alma entender que nunca Dios falta del alma, aunque esté en pecado mortal, cuanto menos de la que está en gracia
Descubre tu presencia, y máteme tu vista y hermosura; mira que la dolencia de amor, que no se cura sino con la presencia y la figura
Ni ya tengo otro oficio; Que ya sólo en amar es mi ejercicio
A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡Oh, dichosa ventura!
a escuras, encelada,
estando ya mi casa sosegada
El camino de la vida poca negociación y solicitud requiere; y más pide negación de la propia voluntad que mucho saber. El que se inclinare al gusto y suavidad de las cosas, menos podrá caminar por él
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