Frases de León Tolstói
Frases de León Tolstói, es considerado de los mejores escritores del mundo y más importantes, fue un novelista ruso que junto a Dostoyevsky, ha hecho obras que están consideradas como la cúspide del realismo ruso.
Frases de León Tolstói
Cuando amas a alguien, amas a la persona tal como es, y no como te gustaría que fuera.
Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.
El único conocimiento absoluto que puede alcanzar el hombre, es que la vida no tiene sentido.
La ambición no hermana bien con la bondad, sino con el orgullo, la astucia y la crueldad.
Toda la variedad, todo el encanto, toda la belleza de la vida está hecha de luces y sombras.
Lo incorrecto no deja de estar mal porque la mayoría participa en él.
¡Sé malo, pero al menos no seas un mentiroso!
¿Estoy loco, para ver lo que otros no ven, o están locos los responsables de todo lo que estoy viendo?
Lo que cuenta para hacer un matrimonio feliz no es tanto cuán tan compatible eres, sino cómo lidias con la incompatibilidad.
La primavera es el momento de los planes y proyectos.
La miró como un hombre podría mirar una flor desteñida que había arrancado, en la que le resultaba difícil rastrear la belleza que lo había hecho elegir y destruirla.
En el nombre de Dios, deténgase un momento, cese su trabajo, mire a su alrededor.
El matrimonio, tal como hoy existe, es la peor de todas las mentiras: La forma suprema del egoísmo.
En lugar de ir a París para asistir a conferencias, vaya a la biblioteca pública, y no saldrá durante veinte años, si realmente desea aprender.
Aquí estoy vivo, y no es mi culpa, así que tengo que intentar salir adelante lo mejor que pueda sin herir a nadie hasta que la muerte se haga cargo.
Yo quería movimiento y no un curso de existencia tranquilo. Quería emoción y peligro, y la oportunidad de sacrificarme por mi amor.
En el mejor de los casos, es necesario el elogio o la alabanza de las relaciones más sencillas y amistosas, al igual que la grasa es necesaria para mantener las ruedas girando.
Me alegra que me veas tal como soy. Sobre todo, no me gustaría que la gente piense que quiero probar algo. No quiero probar nada, solo quiero vivir; no causar mal a nadie más que a mí mismo. Tengo ese derecho, ¿no?
Todo lo que podemos saber es que no sabemos nada. Y esa es la cumbre de la sabiduría humana.