frases de karl popper

Frases de Karl Popper

Frases de Karl Popper, importante filósofo, profesor y escritor austriaco del siglo XX, estudió en las facultades de ciencias sociales de Occidente como uno de los pensadores más prolíficos y profundos de aquella época hasta el día de hoy.

 

 

Frases de Karl Popper

 

 

Somos criaturas sociales en lo más íntimo de nuestro ser. La idea de que uno puede empezar cualquier cosa desde cero, libre del pasado, o sin intervención de los demás, no podría estar más equivocada.

Nuestro conocimiento es necesariamente finito, mientras que nuestra ignorancia es necesariamente infinita.

La mayoría nunca establece lo que está bien o mal, la mayoría también puede equivocarse.

La ciencia es la única actividad humana en la que los errores son criticados y corregidos.

El mundo no está formado por cosas, sino por procesos.

Se puede llegar a ser los creadores de nuestro destino, cuando hemos dejado de pensar como profetas.

Toda la vida es una resolución de problemas.

Cuando una teoría aparezca ante ti como la única posible, toma esto como una señal de que no has entendido ni la teoría ni el problema al cual ella debería resolver.

Se puede llegar a ser los creadores de nuestro destino, cuando hemos dejado de pensar como profetas.

Nuestra civilización todavía no se ha recuperado completamente del shock de su nacimiento: la transición de la sociedad tribal o cerrada, con su sumisión a las fuerzas mágicas, a la sociedad abierta que libera los poderes críticos del hombre.

Cuando una teoría aparezca ante ti como la única posible, toma esto como una señal de que no has entendido ni la teoría ni el problema al cual ella debería resolver.

Creo que el desafío es la única excusa que existe para dar una conferencia. Esta es la única forma en que la palabra hablada puede ser mejor que la impresa.

La igualdad ante la ley no es un hecho, sino una exigencia política basada en una decisión moral. Y es totalmente independiente de la teoría –probablemente falsa– de que todos los hombres nacen iguales.

Aquello que nos promete el paraíso en la tierra nunca produjo nada, sino un infierno.

Hay que estar contra lo ya pensado, contra la tradición, de la que no se puede prescindir, pero en la que no se puede confiar.

La razón no es todopoderosa, es una trabajadora tenaz, tanteadora, cauta, crítica, implacable, deseosa de escuchar y discutir, arriesgada.

El aumento del conocimiento depende por completo de la existencia del desacuerdo.

La sociedad abierta es una en la que los hombres han aprendido a ser hasta cierto punto críticos de los tabúes, y a basar las decisiones en la autoridad de su propia inteligencia.

Para una nación la libertad es más importante que la riqueza, y, en la vida política, esta es una condición indispensable para vivir al menos humanamente.

El juego de la ciencia, en principio, no se acaba nunca. Cualquiera que decide un día que los enunciados científicos no requieren ninguna contrastación ulterior y que pueden considerarse definitivamente verificados, se retira del juego.

No importa cuantos ejemplos de cisnes blancos hayamos podido observar, esto no justifica la conclusión de que todos los cisnes son blancos.

Yo puedo estar equivocado y tú puedes tener la razón y, con un esfuerzo, podemos acercarnos los dos a la verdad.

Es imposible hablar de tal manera que no se pueda ser malinterpretado.