Frases de Alonso de Ercilla y Zúñiga. Un poeta y soldado español, conocido principalmente por ser el autor de La Araucana; poema épico de exaltación militar en 37 cantos, donde narra los hechos más significativos de la expedición.
Frases de Alonso de Ercilla y Zúñiga
Muchas veces en cuero por falta de papel, y en pedazos de cartas, algunos tan pequeños que apenas cabían seis versos, que no me costó después poco trabajo juntarlos; y por esto, y por la humildad con que va la obra, como criada en tan pobres pañales; acompañándola el celo y la intención con que se hizo, espero será parte para poder sufrir quien la leyere las faltas que lleva
No hay contra el desleal seguro puerto ni enemigo mayor que el encubierto
Quien promete con mucha ligereza se va arrepintiendo despacio
No hay cosa más difícil, bien mirado, que conocer a un necio si es callado
Que nunca nadie es malo de repente
El fausto, la riqueza y el estado hincha, pero no harta, al más templado
Lo malo nunca lo es de repente
La mucha alegría es presagio de tristeza
El excesivo rigor en el castigo justifica la causa del enemigo
El dejar de querer mal es un inicio para querer bien
El miedo es natural en el prudente, y el saberlo vencer es ser valiente
No os desnudéis del hábito y costumbre que de nuestros abuelos mantenemos
No os desnudéis del hábito y costumbre que de nuestros abuelos mantenemos
Que no es buena la cura y la experiencia si es más seria y peor que la dolencia
Jamás debe, Señor, menospreciarse el enemigo vivo, pues sabemos puede de una cautela levantarse fuego con que después nos abrasemos
Fijad esto que digo en la memoria; que el ciego y torpe miedo os va turbando: Dejad de vos al mundo eterna historia, vuestra sujeta patria libertando
Mas Frases de Alonso de Ercilla y Zúñiga
Siempre la brevedad es una cosa
con gran razón de todos alabada,
y vemos que una plática es gustosa
cuanto más breve y menos afectada
¡Ay! ¿qué aprovecha el lamentarse ahora?
Que siempre es tarde ya cuando se llora
Clemente es y piadoso el que sin miedo
por escapar el brazo corta el dedo
Armado siempre y siempre en ordenanza,
la pluma ora en la mano, ora la lanza
¿Qué cosa puede haber más afrentosa
que ser huéspedes toda nuestra vida?”
Que la lengua más rica y más copiosa,
si no trata de amor es desgustosa
Que en parte ya parece que consiente
quien perdona ligera y fácilmente
Virtud difícil y difícil prueba
Es guardar el secreto peligroso
Que siempre por señales o razones se suelen descubrir las intenciones
No hay cosa más difícil, bien mirado, que conocer a un necio si es callado