Eugenio Mendoza Goiticoa

Eugenio Mendoza Goiticoa, nacido el 13 de Noviembre de 1906 en Caracas, es recordado como una figura destacada en la historia de Venezuela. Siendo el cuarto de siete hermanos en la familia Mendoza Goiticoa, Eugenio comenzó su educación en el Colegio de los Padres Franceses y más tarde en el Liceo Caracas. Sin embargo, optó por no continuar sus estudios formales para embarcarse en innovadoras iniciativas, en un contexto donde prevalecía la resistencia al cambio. Su visión era clara: transformar Venezuela en un país moderno.

Mendoza Goiticoa no fue solo un hombre adinerado, fue un visionario. Amasó su fortuna con esfuerzo, convirtiéndose en un empresario clave del siglo XX en Venezuela, especialmente entre los años cuarenta y ochenta. Fundó y lideró importantes conglomerados industriales, mostrando una profunda conciencia social. En una nación de notables desigualdades, él utilizó su influencia para beneficiar a quienes menos tenían. Su legado económico es vasto, pero igualmente lo es su compromiso con el desarrollo y bienestar social.

Su aventura empresarial comenzó con la firma Moisés Miranda & Cía, enfocada en materiales de construcción. En 1932, se convirtió en el único socio y renombró la firma como Eugenio Mendoza h. & Compañía. Esta firma eventualmente se transformaría en Materiales Mendoza, C.A., marcando el inicio de su impacto en el sector empresarial.

Eugenio Mendoza Goiticoa también mostró preocupación por los menos afortunados. Fundó la Fundación de la Vivienda Popular para abordar el problema de la vivienda, y su compromiso con los niños desfavorecidos fue notable, posiblemente inspirado por una tragedia personal. Además, fue el impulsor del Museo del Transporte, creando la Fundación Museo del Transporte para este propósito.

En 1951, estableció la Fundación Eugenio Mendoza, con un enfoque en tres áreas principales: la niñez, la agricultura y la difusión cultural. Su objetivo era establecer modelos y sistemas para aplicar a nivel nacional.

A pesar de su incansable dedicación y esfuerzos continuos por mejorar su nación, en 1979, en plena actividad y sin mostrar signos de ralentización, Mendoza Goiticoa falleció de manera inesperada. Su legado, sin embargo, perdura.