
Dante Alighieri
Dante Alighieri nació en Florencia, entre mayo y junio de 1.265 (según dice en su obra “La divina comedia” en el “Paraíso” canto XXII, 112-117, en el cual cuenta que el sol estaba en géminis cuando nacio).
De su niñez y adolescencia se sabe muy poco
Según afirma en la “Vida nueva” (Vita nuova), a los nueve años (1.274) vio por primera vez a Beatriz Pontiani, un año menor que él, y al volverla a ver al cabo de nueve años concibió por ella un amor platónico que expresó en su diario íntimo, cuya redacción debió de terminarse hacia 1.294.
Antes de 1.278 su madre había muerto; mientras, estudiaba en su ciudad natal, y con toda certeza, fue discípulo del famoso Brunetto Latini.
Durante estos años Dante Alighieri alternó el estudio (en la Universidad de Bolonia) con una vida al parecer un tanto disipada; en 1.289 combatió valientemente en la batalla de Campaldino, y en 1.290 es la presunta fecha de la muerte de Beatriz. Un año más tarde, contrajo matrimonio con Gemma di Manetto Donati, de la que tuvo cuatro hijos.
A partir de 1.295 Dante Alighieri empezó a tomar parte en la vida pública de Florencia: miembro del consejo especial del pueblo (1.295-1.296) y, posteriormente del consejo que elegía los priores, de 1.296 a 1.297 fue miembro del Consejo de los Ciento.
En 1.300 Dante Alighieri fue designado como embajador en San Gimignano para organizar la lucha de los güelfos de la Toscana contra las intrigas del papa Bonifacio VIII.
En octubre de 1.301, Dante Alighieri marchó a Roma
Para ofrecer la paz al pontífice; éste le retuvo junto a sí hasta que, a finales de año, el papa, aliado con Carlos de Valois, conseguía hacer triunfar en Florencia a los güelfos del partido «negro»; los güelfos «blancos» (moderados), a cuyo partido pertenecía Dante, fueron desterrados.
El 27 de enero de 1.302 se condenaba al poeta a multa, expropiación y exilio; una segunda sentencia ( el 10 de marzo del mismo año ) le condenaba a ser quemado vivo caso de encontrársele en Florencia.
En 1.302 y 1.303, Dante Alighieri participó en las tentativas de los «blancos» desterrados, que intentaban volver al poder por la fuerza, y se reunió con ellos en Forlì, pero, decepcionado por el egoísmo y el odio partidista de los demás proscritos, que parecían olvidar que, a pesar de todo, Florencia seguía siendo su patria, se apartó de ellos y comenzó así su vida errante. Visitó primero Verona, donde fue huésped de la noble familia de los Escalígero; luego, Padua y Rímini.
Entre 1.306 a 1.309 recorrió Italia septentrional.
En 1.310, la proyectada invasión de Italia por Enrique VII de Luxemburgo colmó de júbilo al poeta, que esperaba así ver realizado su sueño de un imperio romano universal.
En 1.313, la muerte de Enrique VII frustró sus esperanzas de ver un imperio romano universal y se vio obligado a reemprender su vida errante.
Exceptuado de la amnistía de 1.311, y condenado de nuevo por rebelde en 1.315, ya no volvió a Florencia.
Tras su paso por Lucca y Verona, fue generosamente acogido en Ravena por Guido Novello de Polenta, y en esta ciudad murió el 14 de septiembre de 1.321, al regreso de una embajada en Venecia.
Entre sus obras podemos mencionar:
“Vulgari Elocuentia”; escrita entre 1.304 y 1.307, en donde se analiza el mosaico de dialectos que en esta época se hablaban en Italia, con objeto de obtener una lengua común, más apta para la expresión literaria.
Las dos “Églogas” (Eglogae), escritas entre 1.319 o 1.329, compuestas en Ravena, de imitación virgiliana, y dirigidas al latinista boloñés Giovanni del Virgilio, quien le había invitado a abandonar la lengua vulgar por el latín.
“El banquete”, escrito hacia 1307, que consiste en una serie de glosas a diversas composiciones poéticas.
“La Vida nueva”, máxima expresión del sentido poético de dulce estilo, ha dado una gran celebridad a su autor.
“La Monarchia”, escrito entre 1.310 y 1.314, tratado político que refleja la crisis ideológica del poeta, que de güelfo blanco o moderado había pasado a ardiente partidario del gibelinismo: la salvación de Italia consistiría en la constitución de un imperio independiente de la autoridad papal.
“La Divina Comedia”. Toda la producción dantesca queda eclipsada por este gran poema. Síntesis grandiosa, a un tiempo apasionadísima y equilibrada, del cristianismo y de la cultura clásica, de la teología, la poesía y la política, del realismo más terreno y de la espiritualidad más elevada, la Comedia aparece como un intento de una magnitud abrumadora, al servicio del cual se ponen unas excepcionales dotes políticas.
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