Comunicación y Relaciones Humanas
Comunicación y Relaciones Humanas: Nuestro éxito en la vida está estrechamente ligado a cómo interactuamos con los demás, y el pilar de estas interacciones es la comunicación. Me refiero específicamente a cómo nos comunicamos con las personas con las que estamos en contacto diario: familiares, amigos y colegas.
Comunicación y Relaciones Humanas
Es común que, tanto en público como en privado, hablemos de los demás en términos poco favorables, especialmente cuando no están presentes. Un buen principio es hablar de los demás como nos gustaría que hablaran de nosotros.
Siempre que vayas a hablar sobre alguien, hazte las siguientes preguntas: ¿Cómo se sentiría esta persona si escuchara lo que estoy diciendo? ¿Aumentaría o disminuiría su autoestima? Recordemos que tenemos el poder de influir positivamente en las vidas de quienes nos rodean. Por lo tanto, antes de hablar sobre alguien, reflexiona sobre tus palabras. Esto no significa que no podamos expresar desacuerdo o enfado, pero enfoca la crítica en la acción o en el resultado, no en la persona en sí.
Déjame reiterar un punto importante: todos tenemos un impacto en la vida de los demás, ya sea positivo o negativo, a través de nuestro aprecio, indiferencia, alabanzas, críticas, sonrisas o desprecio. Lamentablemente, solemos dejar pasar la oportunidad de ejercer una influencia positiva, perdiendo no solo la chance de mejorar la vida de alguien más, sino también la gratificación que ello conlleva.
Es triste observar cómo, en muchas ocasiones, las personas que más necesitan escuchar palabras de aprecio son las que menos las escuchan. No necesitamos esperar a momentos señalados para expresar nuestro orgullo o aprecio hacia quienes nos importan.
Según el Dr. Shad Helmstetter, autor del libro «Qué decir cuando hablas contigo mismo», la persona promedio ha escuchado la palabra «NO» o «NO HAGAS ESO» al menos 148,000 veces durante sus primeros 18 años de vida. En contraste, raramente escuchamos afirmaciones positivas sobre nuestras capacidades. Claro está, todos tenemos áreas que mejorar, pero también poseemos cualidades destacables.
Por lo tanto, celebremos las virtudes de los demás y esforcémonos por ser la clase de persona que otros desearían tener a su lado.