Casas de apuestas

Casas de apuestas en Colombia: ¿Un negocio con mucho potencial?

 

Debido a las regulaciones que se establecieron en el país para los juegos de azar, desde los años 90 se incentivó la creación de estos espacios para el esparcimiento de las personas para evitar los juegos ilegales. Con la llegada de las primeras plataformas de apuestas online, algunas de las empresas como Melbet vieron una oportunidad de oro en las tierras colombianas.

Las casas de apuestas alrededor del mundo se encuentran en constante expansión y es que la gran mayoría de estas casas de apuestas, casinos y otros sitios de apuesta tradicionales han empezado a lanzar sus plataformas de apuestas online.

Esto se debe a la necesidad de realizar apuestas desde la comodidad de nuestros hogares. Además, de que esto incentiva a participar a nuevos jugadores que quizá no contaban con el tiempo de ir a una casa de apuestas tradicional para registrar sus jugadas.

Como consecuencia de esto, la cantidad de jugadores en la actualidad ha ido en aumento constante. Y esto se traduce en mayores ganancias para el sector de los juegos de azar. Y esto engloba apuestas deportivas, casinos, póker, e-sports y algunos más.

Colombia no ha sido la excepción a este crecimiento y a pesar de que este país cuenta con una menor cantidad de jugadores respecto a otros países de la región, las casas de apuestas online han tenido un gran impacto.

El nacimiento de las casas de apuestas virtuales

Mucho se ha dicho sobre este tema y es que el crecimiento abrumador de las casas de apuestas virtuales en Colombia ha dejado asombrado a todos. Muchas de las casas de apuestas locales han incursionado en este mercado, así como también muchas internacionales.

Con la aparición de la pandemia generada por el covid-19 las casas de apuestas que faltaban por adentrarse en el mundo digital se vieron en la necesidad de acelerar sus planes. Y es que el cierre de los comercios y espacios públicos hizo que sus ganancias se fueran al suelo y muchos jugadores migraran a las plataformas online.

Lo cierto es que este es un negocio que mueve mucho dinero en Colombia y todos quieren un pedazo del pastel.

Colombia contra los centros de apuestas ilegales

A través de distintos mecanismos regulatorios y entidades competentes, el gobierno colombiano le declaró la guerra a los centros de apuestas ilegales que hacían vida en el territorio. A pesar de todos los incentivos que tuvo la primera regulación y las facilidades que otorgaba para regular la situación de estos lugares, muchos hicieron caso omiso de ella. Esto ocasionó el cierre por la fuerza de decenas de estos lugares ilegales.

Pero todas estas medidas no lograron acabar con esto, por lo que en el año 2001 se aprobó una ley por la cual los fondos obtenidos por concepto de juegos de azar se destinarían a la salud pública. Además, se entregaron una gran cantidad de concesiones a distintas casas de juegos para operar de manera legal en el territorio colombiano.

Con la implementación de esas medidas, el estado empezó a obtener grandes cantidades de dinero por concepto de impuestos a los juegos de azar. Pero todo esto no fue suficiente, para esos años aún se calculaba que al menos el 20% de las casas de apuestas operaban de forma ilegal.

Fue entonces en el año 2012 cuando se crea un nuevo organismo que se encargaría de gestionar todos los aspectos de los juegos de azar llamado “Colijuegos”. Con la creación de este organismo se dieron grandes pasos para reducir al mínimo las casas de apuestas ilegales, así como reducir la evasión de impuestos por las que ya estaban legalizadas.

Este organismo destina una gran parte de los ingresos obtenidos por las casas de juego a la salud pública y se estiman en alrededor de 200.000 millones de pesos colombianos.

A pesar de los esfuerzos que hace el gobierno para controlar estos sitios de apuestas ilegales cada vez aparecen más. Por lo que esta situación parece un nunca acabar. Eso sí, han logrado bajar esas cifras al mínimo posible. Aunque con el cierre de los centros de apuesta a causa de la pandemia se teme que el número de lugares clandestinos se incremente.