Billo Frómeta
Luis María Frómeta Pereira, mejor conocido como Billo Frómeta, vio la luz el 15 de noviembre de 1915 en Santo Domingo, República Dominicana, siendo hijo del letrado José María Frómeta y doña Olimpia Pereira. Desde temprana edad, la música se convirtió en el eje de su vida. Sus primeros maestros, Sixto Brea, Rafael Pimentel y Oguis Negrete, le instruyeron en teoría, solfeo, armonía, composición, saxofón y clarinete.
Al culminar sus estudios secundarios y balanceando con su educación musical, Billo inició la carrera de medicina en 1933 en la Universidad de Santo Domingo, influenciado por el deseo paterno de tener un médico en la familia. Para costear sus gastos, daba clases de guitarra y ofrecía arreglos musicales. En esta época, se cruzó con Freddy Coronado, quien le abrió puertas en la orquesta del Teatro Capitolio y la sinfónica de Santo Domingo. Juntos con otros músicos, formaron la “Santo Domingo Jazz Band”.
En 1937, una oportunidad llevó a la orquesta a Caracas para tocar en el Hotel Madrid en Año Nuevo. Este viaje les cambió la vida: los dueños del lugar, los hermanos Sabal, renombraron a la banda como Billo’s Happy Boys, lo que causó controversia en su patria. Las circunstancias y su éxito en Caracas los retuvieron allí, y tras superar una grave enfermedad en 1939, Billo creó una nueva agrupación, “Billo’s Caracas Boy». Gracias a sus presentaciones y su programa «A gozar muchachos», la orquesta se volvió icónica en Venezuela.
Pero no todo fue éxito: en 1958, tras la caída de Pérez Jiménez, enfrentó vetos y problemas legales que lo llevaron a Cuba por un tiempo. Allí trabajó y grabó con grandes de la música. Regresó a Caracas en 1960 tras la anulación del veto y, con vocalistas como Cheo García y Felipe Pirela, consolidó a su orquesta como la más exitosa del siglo XX en Venezuela, llegando a romper récords en eventos internacionales.
Se le iba a rendir homenaje por sus 50 años en la música en el Teatro Teresa Carreño de Caracas. Sin embargo, la vida tenía otros planes: un día antes del evento, el 27 de abril de 1988, sufrió un derrame cerebral y falleció el 5 de mayo del mismo año. Su legado, sin embargo, sigue vivo en la música y el corazón de sus seguidores.