Autoconocimiento: La raíz de los desafíos de liderazgo
Autoconocimiento: La raíz de los desafíos de liderazgo. Edward Deming, pionero en calidad y figura clave del resurgimiento económico japonés, postuló una idea revolucionaria tras su experiencia en Japón en 1950. Deming sugiere que el 100% de los fallos de calidad en una organización se divide así:
- 85%: Fallos provocados por los líderes.
- 15%: Fallos directamente atribuibles al trabajador.
Esto nos indica que un desliz a nivel de liderazgo puede tener un efecto dominó debido a su influencia en múltiples empleados. Por el contrario, un error individual afecta principalmente al producto específico en cuestión.
Sin duda, este concepto puede resultar desconcertante para muchos directivos, quienes habitualmente responsabilizan a sus subordinados de los fallos. Sin embargo, no es raro observar a trabajadores que, por frustración o descontento hacia su líder, actúan de forma contraproducente.
Konosuke Matsushita, fundador de Matsushita Electric Co. y una de las figuras empresariales más renombradas, recalca la necesidad de un liderazgo introspectivo. Aprender a liderar eficazmente puede requerir enfrentar y aceptar la responsabilidad de los errores organizacionales. A menudo, resulta más fácil culpar a otros que mirar hacia dentro.
Si bien es cierto que factores externos y personales también influyen en los problemas de una organización, el líder suele ser el factor más significativo. Así, los problemas se originan principalmente por:
- El Líder
- Factores Externos
- El Entorno
Centraremos nuestra atención en el líder, ya que al gestionar efectivamente esta fuente de problemas, podemos eliminar hasta el 85% de los fallos en la organización.
Entonces, ¿aspiras a ser un líder excepcional? La clave está en la autoreflexión. Los líderes exitosos reconocen sus limitaciones y aprenden constantemente, no solo de expertos sino también de su entorno cotidiano y, sobre todo, de sí mismos.
En los Proverbios se dice: «Corrige al sabio y se volverá más sabio, corrige al necio y ganarás un enemigo». Esta sabiduría antigua refleja la importancia de la automejora. En palabras de León Tolstoi, «Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo».
La autocomplacencia es un obstáculo para el crecimiento. Los verdaderos líderes son eternos aprendices, cultivando la humildad para aprender tanto de superiores como de los más humildes, entendiendo que de ambos pueden surgir lecciones valiosas.