Autoconocimiento: El Fundamento del Liderazgo Auténtico
Autoconocimiento: El Fundamento del Liderazgo Auténtico. Entender quiénes somos es el primer paso hacia un liderazgo transformador. Antes de cambiar o mejorar nuestro estilo de liderazgo, es esencial reflexionar profundamente sobre quiénes somos y quiénes aspiramos ser.
Un modelo que facilita este autoconocimiento fue creado por Joe Luft y Harry Ingham: la «ventana de Johari», nombrada así por combinar las iniciales de sus nombres. Esta ventana se divide en cuatro áreas:
- Lo que sé de mí y otros también (público)
- Lo desconocido por mí pero conocido por otros (área ciega)
- Lo que sé y otros no (privado)
- Lo desconocido tanto para mí como para otros (desconocido)
VENTANA 1: Aquí vemos solo lo que deseamos. Curiosamente, solemos centrarnos en nuestras mejores características, pasando por alto nuestros defectos. Esta área refleja la imagen que tenemos de nosotros, aunque puede no ser completamente precisa.
VENTANA 2: Los demás tienen información valiosa sobre nosotros que puede no ser accesible porque tendemos a bloquearla. Sin embargo, conocer la percepción de otros sobre nosotros puede ser esclarecedor y, en ocasiones, sorprendente. Para aprovechar esta información, es vital crear un ambiente de confianza donde las personas se sientan libres de compartir sus percepciones sin miedo.
VENTANA 3: Todos llevamos dentro recuerdos y resentimientos que rara vez compartimos. Guardamos cuentas pendientes y rencores, que con el tiempo pueden amargarnos y afectar nuestras relaciones. Es esencial enfrentar estos sentimientos, procesarlos y, si es posible, liberarnos de ellos. Al hacerlo, no solo mejoramos nuestras relaciones, sino que también encontramos paz interna.
VENTANA 4: Representa la parte impredecible de nuestra naturaleza. Todos tenemos momentos de irracionalidad, impulsados por emociones o circunstancias incomprensibles. Aunque es difícil entender completamente este aspecto, es crucial ser conscientes de él y buscar formas de gestionar nuestras reacciones.
Al explorar estas ventanas, no solo nos comprendemos mejor, sino que también descubrimos la riqueza de entender a los demás con más profundidad.