Primogenitura y resistencia al cambio: ¿Existe alguna relación
Primogenitura y resistencia al cambio: ¿Existe alguna relación? ¿Por qué algunos individuos rechazan los convencionalismos del momento y revolucionan la manera como pensamos? ¿Existe alguna diferencia entre pensadores revolucionarios y no revolucionarios? ¿Qué diferencia hay entre individuos que están dispuestos a asumir riesgos y transformar sus organizaciones y aquellos que aceptan el camino diseñado por otros?
Algunos individuos reconocen rápidamente lo brillante de una idea y la defienden contra viento y marea sin importar lo radical de la idea ni la intensidad de la oposición. ¿Por qué algunos individuos rápidamente descartan sus antiguos modelos mentales en pro de nuevas ideas, cuando otros se adhieren tenazmente a un dogma o tradición prevalente?
La capacidad para innovar, a veces radicalmente, está supeditada a una disposición para actuar, asumir riesgos y desarrollar nuevas teorías para explicar las cosas que otros toman por sobreentendido o las resisten. Este aspecto crucial del proceso creativo exige lo que los psicólogos llaman «Apertura a Nuevas Experiencias». Estos individuos que demuestran esta apertura son descritos como imaginativos, flexibles, creativos, independientes y liberales. Ellos disfrutan de estar expuestos a nuevas experiencias y situaciones.
De acuerdo con nuevas investigaciones (Sulloway, 1996), esas diferencias no están relacionadas con un mayor conocimiento de los hechos o mayor inteligencia. Los psicólogos han documentado, en repetidas investigaciones, que hermanos que crecen juntos son tan diferentes en su personalidad como personas seleccionadas aleatoriamente de la población general. Los hermanos se diferencian en dos formas básicas: 1) comparten, en promedio, solo la mitad de los genes y 2) y menos obvio, la mayor parte de las influencias del medio ambiente que afectan a los hermanos no son compartidas. Esto es cierto no solo por las experiencias que los niños tienen fuera de la familia, sino también aquellas experiencias que tienen dentro de la familia. La familia no provee a los hermanos de una experiencia monolítica que automáticamente los sumerge en un ambiente único. Muchos factores extremadamente importantes, como edad, sexo, tamaño de la familia, poder, así como estatus y privilegios dentro de la familia, no son iguales para los hermanos. Las familias contienen diferentes nichos (de conocimiento, pericia, etc.) ocupados por diferentes individuos, cada uno representando un punto de vista diferente. Desde esas perspectivas diferentes, los miembros de una familia experimentan los mismos eventos de manera diferente. Aún cuando las familias comparten intereses y valores, los hermanos difieren en esos valores e intereses, y esas diferencias son causadas por las diferencias en los nichos dentro de la familia. Por ejemplo, los primogénitos se alían con los intereses de sus padres adoptando la perspectiva de esos adultos, defendiendo el status que representan como primogénitos. Los nacidos posteriormente hacen un esfuerzo en encontrar un nicho que no duplique aquel ya tomado por el primogénito. Por lo tanto, tratan de tener éxito en esas áreas en las que el mayor no ha establecido todavía superioridad. Son más abiertos a nuevas experiencias, una estrategia importante para encontrar un nuevo nicho en la vida. Eso los lleva a alcanzar sus metas siendo más arriesgados, lo que los primogénitos alcanzan a través de territorialidad y conformidad con las expectativas de los padres.
Se ha reportado en varias investigaciones que las diferencias en las personalidades de los hermanos están relacionadas con el orden de nacimiento de esos hermanos. Esas diferencias son suficientemente grandes como para afirmar que los que nacen primero se parecen en sus personalidades a otros primogénitos más que a sus propios hermanos. Hermanos que crecen en la misma familia son tan diferentes en sus personalidades como hermanos de familias diferentes. Específicamente, los mayores tienden a identificarse con los padres y la autoridad, lo que es consistente con los hallazgos de que son generalmente ambiciosos, concienzudos y orientados al éxito. Una fuente importante en la diferencia entre hermanos es la competencia por los recursos de la familia. La pugna sobre esos recursos, especialmente afecto y reconocimiento, crea rivalidades. Hasta los hijos únicos emplean estrategias para maximizar la inversión parental en ellos. Esta paradoja está explicada por la amenaza de hermanos aún no nacidos. Es una falacia aseverar que podemos querer o tratar a nuestros hijos por igual. Con gran amor sí, pero por igual, no.
Es natural que los mayores se identifiquen con poder y autoridad. Ellos llegan primero a la familia y emplean lo que sea para defender su status especial. En relación a sus hermanos nacidos posteriormente, el mayor es más dominante, ambicioso, celoso de su posición y defensivo. Como segundos, los jóvenes tienen la tendencia a cuestionar el status quo y en algunos casos desarrollar una «personalidad revolucionaria». De sus filas han salido los exploradores más renombrados de la historia. Copérnico, Newton y Darwin son solo tres de los que radicalizaron y transformaron nuestro entendimiento del mundo. Descartes, Pasteur, Copérnico, Franklin, son otros ejemplos.
La mayoría de las innovaciones en las ciencias, especialmente las radicales, han sido iniciadas por hijos nacidos posterior.