Vistiendo la Piel del Tigre
Vistiendo la Piel del Tigre. Se cuenta que un cordero, temeroso de los lobos, encontró una piel de tigre y se envolvió en ella. Pero al ver un lobo a la distancia, tembló de miedo, olvidando el disfraz poderoso que llevaba.
Todos albergamos una fortaleza interna, similar a esa piel de tigre, forjada por las experiencias y lecciones de la vida. Esta armadura es nuestra guía, el mapa que hemos creado a partir de nuestras vivencias.
Para enfrentar los desafíos y alcanzar nuestros sueños, debemos confiar en esa fortaleza interna. No se trata de pretender ser alguien que no somos, sino de reconocer y aprovechar nuestro potencial.
A menudo, tras mis charlas, personas se me acercan con el deseo de publicar un libro, preguntándome el secreto. Mi respuesta es simple: primero hay que escribirlo. El verdadero desafío radica en lo que sigue después.
El proceso implica registrar la obra, invertir en correcciones, diseñar una portada, buscar editoriales que confíen en el proyecto, entre otros pasos. Al escuchar esto, muchos retroceden, sintiendo que la tarea es demasiado ardua o costosa.
Ahí es donde muchos olvidan su fuerza interior. Se convierten en lo que llamo «corderos de las excusas», aquellos que ante la primera señal de dificultad, optan por ser meros observadores en lugar de protagonistas.
Curiosamente, estas personas suelen tener grandes aspiraciones. Todos queremos una vida mejor, pero cuando enfrentamos los obstáculos para alcanzarla, el «lobo» de la duda nos paraliza.
Creer en uno mismo va más allá de la simple confianza. Es visualizarse alcanzando las metas. Si permitimos que las dudas minen nuestra fe, nos alejamos de nuestros objetivos y abandonamos al primer signo de resistencia.
Quizá tu meta no sea escribir un libro, pero sea cual sea tu sueño, habrá quienes, con sus palabras y actitudes, intentarán disuadirte. Lo que realmente importa es tu convicción y confianza en ti mismo. Todos tenemos imperfecciones, pero lo que nos distingue es nuestra capacidad de superarnos a pesar de ellas.
Recuerda siempre tu fortaleza interior, esa que te ha sostenido en los momentos más difíciles. Aunque te sientas vulnerable como un cordero, recuerda que dentro de ti reside la feroz determinación de un tigre.