Frases de Hannah Arendt
Frases de Hannah Arendt, escritora y política alemana que fue una de las filósofas más influyentes del siglo XX, se nacionalizó posteriormente estadounidense al emigrar, reflexionó acerca del totalitarismo y lo que puede llevar acerca del ser humano y dejó para la historia su teoría de la banalidad del mal.
Frases de Hannah Arendt
“El perdón es la única manera de revertir el flujo irreversible de la historia.”
“Amar la vida es fácil cuando estás en el extranjero. Donde nadie te conoce y tienes tu vida en tus manos, eres más dueño de ti mismo que en cualquier otro momento.”
“Nadie puede ser feliz sin participar en la felicidad pública, nadie puede ser libre sin la experiencia de la libertad pública, y nadie, finalmente, puede ser feliz o libre sin implicarse y formar parte del poder político.”
“Antes de que los líderes de masas tomen el poder de justar la realidad a sus mentiras, su propaganda está marcada por su extremo desprecio por los hechos tales como son.”
“El último siglo ha producido una abundancia de ideologías que pretenden ser claves para la historia pero que en realidad no son más que esfuerzos desesperados por escapar de la responsabilidad.”
“Si la capacidad de distinguir el bien del mal tiene algo que ver con la capacidad de pensar, entonces debemos ser capaces de ‘exigir’ su ejercicio en toda persona cuerda, sin importar cuán erudita o ignorante sea.”
“La muerte de la empatía humana es uno de los signos más tempranos y reveladores de una cultura que está a punto de caer en la barbarie.”
“Si todo el mundo siempre miente, el efecto no es que usted crea las mentiras, sino más bien que nadie crea ya en nada más.”
“La guerra se ha convertido en un lujo que solo las pequeñas naciones pueden permitirse.”
“El poder y la violencia son opuestos; donde uno gobierna absolutamente, el otro está ausente. La violencia aparece donde el poder está en peligro.”
“Las promesas representan el modo exclusivamente humano de ordenar el futuro haciéndolo predecible y digno de confianza, en la medida en que tal cosa es humanamente posible.”
“Cuando todos son culpables, nadie lo es; las confesiones de culpabilidad colectiva son la mejor salvaguarda posible contra el descubrimiento de los culpables, y la magnitud misma del crimen la mejor excusa para no hacer nada.”
“La lealtad total es posible sólo cuando la fidelidad se halla desprovista de todo contenido concreto del que surgen naturalmente los cambios de opinión.”
“Ningún castigo ha poseído nunca suficiente poder de disuasión para prevenir que se comentan delitos.”
“El hombre no puede ser libre si no sabe que está sujeto a la necesidad, porque su libertad siempre se gana en sus intentos nunca completamente exitosos de liberarse de la necesidad.”
“El tercer mundo no es una realidad, sino una ideología.”
“Los clichés, las frases hechas, la adhesión a códigos de expresión y de conducta convencionales y estandarizadas tienen una función socialmente reconocida de protegernos frente a la realidad.”
“En condiciones de tiranía, es mucho más fácil actuar que pensar.”
“El objetivo de una educación totalitaria nunca ha sido el de inculcar convicciones sino destruir la capacidad de formarlas.”
“No hay pensamientos peligrosos; pensar en sí mismo es peligroso.”