¿Vives con Pasión?
¿Vives con Pasión? La vida es el más preciado obsequio que tenemos. En ella, encontramos dos clases de individuos: aquellos que van por el mundo como simples sombras efímeras y aquellos que marcan un legado eterno en la sociedad.
Dicho de otro modo: Hay quienes simplemente sobreviven y quienes verdaderamente viven. Los que critican los problemas del mundo o los que buscan soluciones. Los que se lamentan de las adversidades o los que crean oportunidades. Los que ven obstáculos insuperables o los que forjan realidades asombrosas.
Lo que diferencia a estos dos grupos es, sin duda, la pasión. Es esa intensidad con la que abordamos las tareas cotidianas y los desafíos más grandes.
A menudo, hemos relegado la palabra “pasión” a contextos románticos o sexuales. Existe el mito de que ser apasionado puede ser temerario o incluso extremista.
Sin embargo, desde una perspectiva de crecimiento personal, la PASIÓN es lo que nos guía y nos impulsa. Es esa energía que los grandes líderes han canalizado para alcanzar sus metas. Es lo que impulsó figuras como Walt Disney, Bill Gates y Michael Jordan. Tener pasión es nuestro antídoto contra la apatía, la desesperanza y la falta de paciencia.
No es algo que puedas adquirir en una tienda o en línea. No es un sentimiento que pueda ser forzado o surgir instantáneamente. Florece cuando creemos en nuestro propósito, con una visión clara y una determinación inquebrantable.
Un consejo para avivar esa pasión es definir tres metas que nos motiven a despertar cada día con entusiasmo. Metas que nos inspiren a perseverar, a superar obstáculos con alegría.
Recomiendo escribirlas en un lugar visible, con letras llamativas. Estoy convencido de que si nos detenemos a reflexionar sobre ellas varias veces al día y nos visualizamos alcanzándolas, nos transformaremos en personas más apasionadas, comprometidas y efectivas.
Quien no encuentra una causa por la cual batallar, eventualmente batallará contra sí mismo. Plantéate un objetivo HOY, sumérgete en el viaje hacia su realización y dedícate a él con todo tu ser. Que cada día esté impregnado de pasión.
Vivir es un privilegio único que se nos ha concedido. Cómo decidimos vivir es, en última instancia, nuestra elección y responsabilidad.