Frases de Khalil Gibran
Frases de Khalil Gibran. fue un poeta, pintor, novelista y ensayista libanés . Yibrán Jalil también es conocido como el poeta del exilio. Yibrán fue un gran admirador del poeta Francis Marrash.
Frases de Khalil Gibran
Y en mi locura encontré la libertad y la seguridad que da el que no le entiendan a uno, pues quienes nos comprenden esclavizan algo de nosotros
El ruiseñor se niega anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría
Conocí un segundo nacimiento, cuando mi alma y mi cuerpo se amaron y se casaron
Algunos oyen con las orejas, algunos con el estómago, algunos con el bolsillo y algunos no oyen en absoluto
Trabajar con amor es construir una casa con cariño, como si vuestro ser amado fuera a habitar en esa casa
Vuestra alegría es vuestra tristeza sin máscara
No se puede llegar al alba sino por el sendero de la noche
No progresas mejorando lo que ya esta hecho, sino esforzándote por lograr lo que aun queda por hacer
Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes
Mas Frases de Khalil Gibran
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente
Los hombres que no perdonan a las mujeres sus pequeños defectos jamás disfrutarán de sus grandes virtudes
No busques al amigo para matar las horas, sino búscale con horas para vivir
Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho no te fijes en lo que ha logrado sino en lo que aspira a hacer
Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros
El silencio del envidioso está lleno de ruidos
La más bella palabra en labios de un hombre es la palabra madre, y la llamada más dulce: madre mía
Vuestros hijos no son vuestros hijos: son los hijos y las hijas de las ansias de vida que siente la misma vida
Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar
Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores
En el rocío de las pequeñas cosas, el corazón encuentra su mañana y toma su frescura