Buscar la felicidad
Este post habla de Buscar la felicidad. La regla de oro para buscar la felicidad es no hacer a otros lo que no quieres que te hagan a ti y tratarlos como ellos quieren ser tratados. Jesús dijo «ama al prójimo como a ti mismo». Este paso aparentemente simple tiene un valor tremendo, pero a veces esto significa defender a otros, ser su guardián y abogado.
Martin Niemoller, un líder protestante de la resistencia Nazi, conoció esta verdad, hablando a audiencias después de la guerra. Niemoller dijo: «Los Nazis vinieron por los comunistas y yo no los defendí porque yo no era comunista, luego vinieron por los judíos y yo no los defendí porque no era judío, luego vinieron por los sindicalistas y yo no los defendí porque yo no era sindicalista, luego vinieron por los católicos y yo era protestante, así que no los defendí. Luego vinieron por mí, pero para ese momento ya no había nadie que defendiera a nadie».
Haz el bien
Consistentemente haz el bien a los demás. Al tratar con tu familia, amigos y compañeros de trabajo conviértete en un descubridor del bien, no en un criticón. Ayuda, elogia y anima en vez de criticar, culpar o vengar. Tener una actitud positiva hacia ti mismo y hacia los demás siempre atraerá amigos hacia ti y definitivamente te hará buscar la felicidad.
La forma más segura de encontrar la felicidad para ti mismo es dedicar tus pensamientos, energías y actividades a hacer a otros felices en cosas pequeñas a diario. Puedes hacerte infeliz o miserable al pensar únicamente en términos de ti mismo. Comparte una porción de lo que tienes, al compartir haces que lo que tienes se multiplique.
Regala un desayuno
Mañana cuando te levantes, compra un desayuno para ti y compra otro igual, a la primera persona que veas en la calle y que veas que necesita comer, dale ese desayuno. La ventaja de esto es que comienzas a dar sin querer que te lo agradezcan. Esa persona no te conoce y probablemente jamás te vera de nuevo. Esta práctica se llama «amor incondicional».
Ayudar a otros significa retarlos
Hacer que se valgan por si mismos. A veces tenemos que hablar de sus limitaciones, pero solo te escucharan si haz sembrado suficiente confianza. Stephen Covey llama a esto «la cuenta de ahorros emocional», solo si has hecho depósitos en esa cuenta, podrás en algún momento hacer un retiro, las personas escucharan lo que tienes que decirles, así sea duro. Lo anterior funciona incluso en las relaciones de padres a hijos.
Otro aspecto importante es el sentido del humor. En Neurolingüística la palabra humor esta compuesta de dos silabas «hu» que significa huir y «mor» que significa morir, en este sentido humor quiere decir huir de la muerte.
La alegría genera endorfinas
sustancia beneficiosa para el organismo. Cuando veas a alguna persona que no sonríe, dale una de tus sonrisas. Nuestro humor debe estar siempre enmarcado en una actitud positiva. De nada valen entonces el sarcasmo y la burla, ya que son simples maneras de manifestar frustraciones. Nuestro humor debe ser sencillo, claro, y muy positivo.
Si mantenemos una actitud positiva hacia los demás, si nos concentramos en ayudar, elogiar, agradecer y edificar a los demás, si perdemos un poco nuestra propia importancia que nos da el ego, seguro tendremos muchos amigos sinceros que en algún momento de nuestra vida nos podrían ayudar, edificar y agradecer.